Tribunales
Condenan a una mujer por intentar matar a su hija tras tener sexo con la pareja de la madre en Valencia
La progenitora le clavó un cuchillo en tres ocasiones a la joven de 16 años, tanto en el cuello como en la espalda
La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a una mujer a un año y medio de cárcel por apuñalar a su hija tras mantener relaciones sexuales con su pareja sentimental.
Así se desprende de la sentencia, consultada por Europa Press, en la que el tribunal condena a la mujer por un delito de lesiones con uso de arma y le aplica la circunstancia de parentesco como agravante y las de atenuantes de arrebato u obcecación, confesión y reparación parcial del daño. Fiscalía le pedía 13 años de prisión por un delito de asesinato en tentativa.
La mujer, representada por Javier Ruiz Blay, se personó el 5 de junio de 2018 en dependencias policiales para comunicar que sospechaba que su hija, de 16 años, desde hacía tiempo mantenía relaciones con su propia pareja .
Seguidamente se exploró a la menor y ésta relató que con 15 años, desde septiembre de 2017, había mantenido relaciones con la pareja de la madre y dijo que estaba residiendo en una vivienda de Xirivella cuyo alquiler pagaba él.
Por estos hechos se instruyó un atestado que se trasladó al juzgado y la madre manifestó que hasta que se solucionaran las cosas, su hija acudiría a residir temporalmente con una tía materna en Benetússer.
El día 25 de junio de 2018, la madre, después de comer, recogió a su hija y ambas regresaron al domicilio familiar, en Aldaia, donde mantuvieron una discusión. La mujer, entre gritos, le decía a su hija «puta, no tenía que haberte liado con él» y su hija le contestaba que ella no valía como mujer, que era vieja, con 35 años, y que ella era joven y podía satisfacerlo.
En el transcurso de la pelea, la mujer golpeó a la hija y, con la intención de acabar con su vida, cogió un cuchillo de 13 centímetros de puño y 20 de hoja y se le clavó en el cuello y en la espalda .
Al oir los golpes y gritos, la hija pequeña de la mujer y su pareja, de 12 años, que estaba en su habitación, acudió a la cocina y vio a su hermana sangrando en el suelo. Cogió el cuchillo y lo escondió en un barreño con ropa.
La madre llamó entonces al servicio de emergencias 112 e informó de que accidentalmente había clavado un cuchillo en la espalda de su hija menor de 16 años.
En la vivienda se personaron agentes de Policía, que hallaron a la menor tumbada en el suelo, sobre un gran charco de sangre, semiinconsciente, y le taponaron la herida. Solicitaron un médico y trataron a la joven hasta que fue intervenida quirúrgicamente.
La vida de la víctima se puso en peligro atendidos el arma empelada por la procesada, las heridas múltiples causadas por arma blanca , las zonas del cuerpo a las que se dirigió la agresión, el número de agresiones, y las circunstancias en la que se produjo el ataque a la menor. La madre siempre ha reconocido haber clavado a su hija el cuchillo causándole las lesiones.
El tribunal condena a la madre al afirmar que ésta actuó con ánimo de matar, «no pudiéndose negarse que actuó con conciencia del riesgo que creaba para la vida de la víctima y, a pesar de ello, ejecutó su acción, por lo que la conclusión correcta y única razonable es que estamos ante un delito de homicidio », expone.
Sin embargo, aprecia el desestimiento de la acción homicida al constatarse que dejó de agredir a su hija tras hendirle el cuchillo tres veces, que no le causaron la muerte inmediata por puro azar , y avisó de inmediato a los servicios de emergencias para que asistieran urgentemente a su hija.