Tribunales
Condenan a cinco años de cárcel al exmarido de Mónica Oltra por abusos sexuales a una menor
Los hechos se produjeron en un centro de acogida entre finales de 2016 y principios de 2017
La vicepresidenta de la Generalitat espera la sentencia «con urgencia» para apartar al educador
Hemeroteca: Mónica Oltra defiende la actuación de la Generalitat en el caso del abuso a una menor en un centro de acogida
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La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cinco años de prisión a Luis Eduardo Ramírez Icardi, un educador del Centro de Acogida Niño Jesús de Valencia acusado de haber abusado de una menor de edad que estaba bajo la tutela de la Generalitat, a la que deberá indemnizar con 6.000 euros y no podrá acercarse a menos de 200 metros.
Según la sentencia facilitada este lunes a las partes, la sección segunda de la Audiencia Provincial, considera al acusado, exmarido de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana , Mónica Oltra , culpable de un delito continuado de abuso sexual a una menor de 16 años.
Los hechos se produjeron entre finales de 2016 y principios de 2017 . Según el entorno de la dirigente de Compromís, para entonces la máxima responsable de las políticas sociales del Gobierno valenciano y el educador ya no mantenían la relación sentimental ni hacían vida de pareja.
La Audiencia considera en su fallo que la relación del ahora condenado «con un alto cargo de la Generalitat fue una dificultad para que la víctima denunciara ante el temor a no ser creída».
El tribunal le impone una pena de cinco años de prisión , los mismos que pedía la Fiscalía, y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de la menor o su domicilio y de comunicarse con ella por un tiempo de diez años.
Se le inhabilita también para cualquier profesión u oficio que conlleve contacto con menores durante un plazo de 10 años , y se le impone la medida de libertad vigilada por tiempo de cinco años en relación con el artículo 106.1 j del Código Penal, con obligación de participar en cursos formativos de educación sexual.
El pasado 8 de noviembre, la vicepresidenta del Consell explicó que la Generalitat no tenía capacidad de apartar al entonces acusado , que ha seguido trabajando en el centro donde se denunciaron los hechos por los que ahora ha sido condenado.
Según los hechos probados, durante determinados períodos de entre finales 2016 y principios de 2017 , el acusado, que se ocupaba del turno de noche en el citado centro de menores y con el que la menor tenía una relación de confianza, acudía a la habitación individual que tenía la menor cuando se hallaba castigada.
A petición de ella, pues tenía dificultad para conciliar el sueño por sus miedos, él accedió en varias ocasiones a hacerle masajes en la zona del cuello y en la espalda, aunque una vez que creía que la menor se hallaba dormida, cogía la mano de la niña y se masturbaba con ella.
La víctima, que fingía dormir ante la vergüenza que le producía esta situación, que se repitió entre dos y diez veces, no quiso denunciar en un principio los hechos por vergüenza, miedo y porque pensaba que nadie le iba a creer, al estar relacionado el acusado con un cargo importante de una Conselleria (la vicepresidenta y titular de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra ).
Una explicación «convincente y razonable»
El tribunal da credibilidad al relato de los hechos realizado por la menor, "no solo por resultar coherente" y haber dado explicaciones "sobradamente convincente y razonables" , sino por ir reforzado además por las declaraciones de otros testigos, y por no advertirse intención de perjudicar deliberadamente al denunciado.
El hecho de que la niña no rechazara abiertamente los abusos se explica por las circunstancias de vulnerabilidad de la menor; la buena relación que mantenía con el acusado; el hecho de que éste tenía relación con personas importantes, y su desconfianza en que sus manifestaciones fueran a ser creídas.
En este sentido, la sentencia considera normal que la víctima no sea capaz de concretar fechas exactas pues se considera acreditado que, al menos desde octubre de 2016 hasta enero o febrero de 2017, la menor pasó período largos en la habitación individual , debido a su mal comportamiento.
Además, señala que cuando finalmente el novio de la menor conoce por ella los hechos, va a pedirle explicaciones al educador y la reacción de éste ante una acusación tan grave, no fue la de negar los hechos de una manera vehemente.
Los magistrados rechazan las alegaciones del acusado , y consideran sorprendente que ni la directora del centro de menores ni la psicóloga de la Sección del Menor de la Dirección Territorial de Igualdad, preguntaran a la menor por los abusos, tras tener conocimiento de que éstos se podían estar produciendo.
Esposada hasta el juicio
Sobre el hecho de que la menor permaneciera esposada hasta ser conducida al juicio , en la sentencia se indica que la presidenta del Tribunal pidió a los agentes que le retiraran las manillas, a lo que éstos se negaron produciéndose, según el tribunal, "una nueva victimización de la niña".
También se produjo una "clara infracción de sus derechos a recibir apoyo, asistencia y trato respetuoso" de todas las autoridades, así como " a su dignidad y a la debida asistencia, con infracción de las previsiones contenidas en la ley del Estatuto de la Víctima del Delito.
Contra la citada sentencia cabe recurso de apelación ante la Sala de los Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
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