Sucesos
Condenado a 20 años por matar al dueño de un restaurante de Cabanes (Castellón)
El hombre y sus cómplices viajaron en 2013 desde Huelva para robar dinero y objetos de valor en el establecimiento de la víctima
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a 21 años y 9 meses de prisión por asesinar al dueño de un restaurante de Cabanes (Castellón) donde se ejercía la prostitución, tras entrar a robar en la vivienda anexa al establecimiento.
La sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), también c ondena a otro acusado a un año de cárcel como cómplice de robo y absuelve a los otros dos acusados --un hombre y una mujer-.
La sentencia establece como hechos probados que el principal acusado viajó en 2013 desde su residencia en la provincia de Huelva a Cabanes (Castellón) en su vehículo para ver si era posible apoderarse de dinero u objetos de valor en este establecimiento.
Realizó el viaje con otras personas con las que compartía el plan y con el otro acusado que ha resultado condenado, que fue quien le dio la información y conocía la ubicación del establecimiento, un restaurante regentado por un matrimonio donde varias chicas ejercían la prostitución , entre ellas la procesada.
Así, una vez en Cabanes, llegaron a entrar al local y se cercioraron de las condiciones que presentaba el establecimiento y sus edificaciones aledañas dedicadas a vivienda, por lo que concluyeron que era factible entrar por una de las ventanas de la parte trasera .
Para ejecutar el plan, la noche del 21 de septiembre de 2013 el condenado por asesinato y robo, acompañado por otras personas, accedió tras colocarse una media en la cabeza a una edificación aledaña al restaurante cuyos dueños utilizaban como vivienda .
MURIÓ POR ASFIXIA
Así, sorprendieron al dueño, a quien inmovilizaron tras atarle las manos por detrás y los pies por los tobillos y le propinaron golpes para que dijera dónde guardaba las cosas de valor, hasta que le introdujeron un calcetín en la boca y la taparon con una camiseta a modo de mordaza para presionar de inmediato el cuello y provocarle la muerte por asfixia.
El procesado y sus compinches consiguieron apoderarse de un teléfono móvil, una cadena de oro, dos anillos y 900 euros . Había cierta cantidad de dinero y de joyas escondidos en el interior del horno que los asaltantes no pudieron encontrar.