Cobardes

Con los calores de agosto asomando por la puerta, las ideas de nuestros gobernantes municipales en esta España nuestra emanan de esas testas coronadas de pepinos y saltamontes, y se manifiestan urbi et orbi para seguir con su canallesca política de confrontación , resentimiento y odio. El Ayuntamiento de Barcelona, en boca de un señor de Argentina, un tal Pisarello, Pisarelo o Pisafuerte -que intentó arrancar y mancillar la bandera nacional en las fiestas de la Merced del pasado año- anuncia con descaro propio de ignorantes que va a borrar el nombre de Juan Antonio Samaranch de la escultura con motivo de las Olimpiadas de 1992, que actualmente preside una sala del Consistorio de la ciudad condal.

A la misma hora de esta felonía, el Ayuntamiento de Valencia elimina el nombre en castellano de nuestra ciudad , quedando únicamente la nomenclatura oficial «València». Nunca he creído en ese mantra de la generación más preparada de la historia, todo lo que veo diariamente niega esta máxima, pues tengo absoluta certeza de que estamos sufriendo en estos tiempos la peor generación de políticos que ha tenido nunca España , pues el porcentaje de los nacidos después de 1975 es elevadísimo. Gente limitada académicamente, personajes que han mamado teorías absurdas en las entrañas de las sedes de los partidos pero que jamás han pisado la calle, el mundo, no han pagado una cuota de autónomo o no saben lo que es un salario mínimo. Esta gente es la que ahora cuestiona a hombres del pasado que han hecho más por Barcelona o España en una hora, que ellos con sus miserias en años de gobierno.

Como es la hora de la cobardía y de la deserción, los analfabetos y mediocres se han instalado en nuestros municipios para dar lecciones de moralidad, de historia y de política. Por ello es justa la defensa de la libertad sin ambages y muy necesaria la reivindicación de figuras como la del Marqués de Samaranch , presidente del Comité Olímpico Internacional y un hombre de estado, que durante toda su vida luchó por el posicionamiento de España, Cataluña y Barcelona en el mundo, como muchos otros catalanes notables públicos y anónimos que han trabajado por el bien común, la concordia, la cultura, la ciencia. Valencia penitente… A nosotros nos ha tocado Ribó , un político tarraconense muy lejos de las cualidades de los grandes catalanes de la historia.