Política

Ciudadanos aplaza a después de marzo la reestructuración en la cúpula valenciana

La renovación nacional del partido condicionará la capacidad de movimiento de Toni Cantó para crear su equipo orgánico

Toni Cantó, en las Cortes Valencianas con parte del grupo de Ciudadanos EFE

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La dimisión de Albert Rivera conlleva una evidente aunque relevante consecuencia en la Comunidad Valenciana: ninguno de los cambios pendientes en la estructura de Ciudadanos desde hace meses podrá acometerse hasta que no se celebre la Asamblea General de la que saldrá el nuevo liderazgo.

La renovación en la cúpula autonómica era una cuestión que Toni Cantó tenía intención de abordar tras el pasado verano. El síndic en las Cortes Valencianas aterrizó a comienzos de año ungido directamente por Rivera y tomó las riendas de una organización que había pasado por numerosos episodios convulsos durante los últimos años. Marcó el discurso político desde ese momento, negoció los pactos en Alicante tras las elecciones autonómicas de abril y encabeza la acción política del grupo parlamentario.

Pero su objetivo todavía no resuelto es actuar en la vida interna de la formación, algo que tampoco se aventuraba plácido y, dada la situación de debacle electoral, ahora aún menos. Uno de los cambios pendientes era que Cantó, que ocupa el cargo de secretario de Comunicación, pase a ser portavoz autonómico , puesto que ostenta actualmente Fernando Giner.

Una modificación que tendría que completarse previsiblemente con otras, aunque todas ellas dependen de la negociación con Madrid puesto que en Ciudadanos cada área equivale y es ocupada por quien marca su responsable allí. Es decir, los secretarios de Programas, de Acción Institucional o de Relaciones Institucionales valencianos, por poner tres ejemplos, cuelgan de esos mismos cargos a nivel nacional y no del líder autonómico. La renovación podría afectar igualmente a los responsables de las tres provincias.

Es por ello que, después de su llegada, Cantó tenía planes de tratar de formar su equipo y contar así con mayor capacidad de control. Ahora tendrá que esperar a, como mínimo, marzo. A partir de entonces, resolver la cuestión tampoco parece fácil. Primero, porque todo depende de quién sea el nuevo líder y del grado de afinidad que mantenga con él. Si la transición resulta tranquila, no tiene por qué afectarle. De hecho, ha cerrado filas desde un principio, como el resto del partido, con Inés Arrimadas. Pero por otro lado, es indudable que su gran valedor era Rivera .

En segundo lugar, resulta previsible que las pugnas internas se vislumbren de nuevo de aquí a la Asamblea General extraordinaria y también a posteriori. Especialmente con el sector del secretario de Organización en la Comunidad Valenciana, Emilio Argüeso , cercano a Fran Hervías (su homólogo en Madrid hasta que se constituya la gestora). Actualmente, es quien cuenta con mayor control a nivel provincial y municipal -especialmente en Alicante- y quien más contacto mantiene con las bases -precisamente la relación constante con los afiliados es un terreno por cubrir de Cantó-. Además, podrá aprovechar su posición de senador en sus relaciones con la cúpula.

La expansión de la debilidad de Cantó

Desde la renuncia de Rivera, existen voces que expanden la extrema debilidad en la que se encuentra el portavoz en las Cortes por los resultados, pero está por ver su futuro real. La disputa entre familias podría comprobarse en momentos como la elección de compromisarios a la Asamblea, aunque lo más importante es lo que ocurra en ella. Los juegos de equilibrios de la nueva Ejecutiva evidenciarán las posiciones de fuerza en las que queda cada dirigente de Ciudadanos y la réplica en los territorios, incluyendo el valenciano.

Así pues, los verdaderos movimientos no parece que vayan a iniciarse hasta de aquí unos meses, ni tampoco podrá comprobarse el resultado. Mientras, Cantó seguirá desarrollando su actividad en el Parlamento autonómico, donde -aunque no mayoritariamente- cuenta con varios diputados de peso de su confianza como Ruth Merino, Toni Woodward, Mamen Peris, Fernando Llopis o Emigdio Tormo (antes posicionado con Argüeso).

Aunque se cuestiona desde algunos ámbitos el discurso agresivo en las intervenciones en la Cámara, desde su entorno remarcan que la labor de oposición al Consell va a desarrollarse en el mismo sentido que hasta ahora, haciendo hincapié en el nacionalismo de Compromís y su gestión en Educación, en los «chiringuitos» del Botánico o en las investigaciones judiciales que afectan a los partidos del Botánico, entre otros asuntos.

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