José Font - Cuadernos de Napoleón

La casa de los ca(ra)melos

«Los malos de los cuentos siguen triunfando creando el caos y la destrucción»

Imagen de la reunión de Puig y Puigdemont tomada el miércoles en Barcelona ABC

Una vez más, los malos de los cuentos siguen triunfando creando el caos y la destrucción. Asistimos pues, a esos momentos de zozobra con la esperanza del final feliz de la historia, como siempre ha sido y siempre será en todo cuento infantil. No obstante en el desenlace, las víctimas sufren y en este caso le ha tocado una vez más, al maltrecho comercio valenciano. Las Cortes Valencianas, dueñas del inmueble donde desde 1953 reside el dulce establecimiento de la memoria valenciana : La Casa de los Caramelos, tiene sus días contados porque el parlamento autonómico se ha negado a prorrogar el alquiler de este precioso enclave y que ha sido y es, un hito de la idiosincrasia de nuestra ciudad. Ninguna explicación, se desconoce si por derrumbe –cosa poco probable pues ya se destinó dinero de todos para su saneamiento- si por desidia, si por mala leche… Lo cierto es que la máquina burocrática-política-administrativa se ceba una vez más con la iniciativa privada de Valencia.

¿Y para qué? Sin caer en la demagogia y apelando a la poca sensibilidad que pueda quedar en nuestros políticos valencianos, solicito que olviden la idea de la ampliación de las dependencias del Palacio de Benicarló . No necesitamos más despachos, ni salas de juntas, ni más diputados, ni comisiones, necesitamos que el poder legislativo de esta región, mime al negocio singular valenciano que es el paradigma del comercio histórico y que forma parte del ADN de esta ciudad. Si son capaces de intentar solucionar nuestros problemas, quizá algún día, volvamos a recuperar la confianza con nuestros representantes políticos.

De lo contrario, La Casa de los Caramelos, se convertirá en julio, en la casa de los camelos, de las mentiras , de los dimes y diretes, de la poca ilusión y el poco esfuerzo en querer dejarnos una Valencia mejor. Señor Morera, señores portavoces parlamentarios , pónganse a trabajar de verdad y salven, por su propia dignidad, lo que está en su mano salvar.

Los valencianos estamos hartos de los camelos, como el de ayer en el Palau de la Generalitat con el esperpéntico buen rollo entre Sánchez y Puig , pero la tensión por las listas conjuntas del Senado, donde nuestro presidente autonómico quedó como Cagancho en Almagro, sigue latente. El Secretario General del PSOE y candidato a la presidencia del gobierno el próximo 26-J, en su reciente visita a Valencia para calmar los ánimos en el PSPV, tuvo la desfachatez de referirse a la Comunidad Valenciana como País Valenciano, el pancatalanismo sigue haciendo mella en el socialismo. Tampoco ha pasado desapercibida la visita de nuestro Molt Honorable a Puigdemont en Barcelona, en un acto de sumisión demencial que asusta a propios y a extraños .

La gente ya empieza a llamar a nuestro presidente en la calle : Ximo Puig-de Mont, y es que nuestro líder valenciano continúa su rosario de catastróficas desdichas con la mirada perdida y sonrisa pueril, saboreando falsos triunfos y efímeros, de victoria en victoria hasta la derrota final.

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