Prisiones
La cárcel de Villena solo cuenta con una enfermera los fines de semana para repartir medicación a 540 internos
El Colegio de Enfermería lamenta la agresión sufrida por una profesional a la que lanzaron un cubo de agua con lejía
El Colegio de Enfermería de Alicante quiere condena y lamenta la agresión sufrida por una enfermera en la cárcel de Villena a la que un interno de primer grado lanzó un cubo de agua con lejía a través de las rejas de la puerta de su celda. Desde el Colegio se quiere destacar la profesionalidad de esta compañera que tras sufrir la agresión se cambió de ropa y siguió realizando su trabajo.
La agresión tuvo lugar el pasado domingo, momento en el que, al tratarse de fin de semana, solo hay un profesional de enfermería en el centro para repartir la medicación de psicofármacos a diario a 540 internos , repartir más de 60 tratamientos con metadona, más de 60 tratamientos directamente observados, atender la sala de curas y las urgencias que surjan las 24 horas. Todo eso lo tiene que atender un único enfermero/a.
Un incidente que se une a las, por desgracia, frecuentes agresiones verbales y de falta de respeto que sufren los trabajadores del centro, lo que ha hecho que esto sea algo que se tiene normalizado dadas las características de la población a la que se atiende.
Junto a lo indicado, hay que tener en cuenta que la cárcel de Villena cuenta con solo cinco profesionales de enfermería de los doce que establece la relación de puestos de trabajo (RPT) del centro para atender a unos 1.100 internos. Además, cuando alguien está de baja por enfermedad no se le sustituye, como tampoco se le sustituye cuando coge vacaciones, momento en el cual el resto de compañeros deben asumir su trabajo.
Ante esta situación que da lugar a tener que soportar una exagerada carga asistencial tratándose además de un grupo de población especialmente conflictivo, desde el Colegio de Enfermería de Alicante piden a Instituciones Penitenciarias que mejore las condiciones laborales y profesionales de las enfermeras y enfermeros que trabajan en las cárceles de la provincia.