Análisis sobre urbanismo
La calidad de la vivienda y los barrios se convertirá en uno de los pilares de la salud pública
Bertolín aboga por un urbanismo que encuentre nuevos modelos y planteamientos de ciudad que respondan a los actuales cambios en nuestra forma de vivir
Nadie cuestiona ya que las grandes urbes serán las protagonistas indiscutibles en los próximos años. Con el horizonte en 2050, cuando se prevé que el 88% de la población española viva en ciudades, según las proyecciones de la División de Población de las Naciones Unidas (ONU ), el urbanismo debe encontrar nuevos modelos y planteamientos de ciudad que respondan a los actuales cambios en nuestra forma de vivir y relacionarnos con nuestro entorno.
En la actualidad, encontramos numerosos ejemplos de ciudades convertidas en grandes estructuras ineficientes , congestionadas y sin espacios verdes suficientes. La pandemia nos ha reforzado en la necesidad de diseñar y construir espacios urbanos más sostenibles y resilientes para dotar a la ciudadanía de servicios más útiles y acordes a las necesidades actuales y que impacten de manera positiva sobre su calidad de vida.
En este sentido, se está demostrando cómo las ciudades compactas y con un buen planeamiento que combinan usos residenciales y comerciales con gran predominio de espacios públicos y con viviendas asequibles pueden mejorar la salud pública, ser resilientes en términos de economía local y amables con el entorno. “Ventilación, iluminación, ruido o aprovechamiento de la energía solar son aspectos que impactan directamente en la calidad de vida y en la salud y suponen un elemento determinante a la hora de diseñar edificaciones sostenibles”, señala Antonio Piles , Director General de Desarrollo de Negocio de Grupo Bertolín .
Términos como ‘la ciudad de 15 minutos’, acuñado por Carlos Moreno , director científico y catedrático de Emprendimiento, Territorio e Innovación de la Universidad Sorbona de París, o ‘la ciudad compacta’ cada vez ganan más terreno y se caracterizan por proponer modelos de ciudad en los que el lugar de trabajo, la escuela o el ocio, entre otras actividades se encuentran a 15 minutos a pie de casa, y es que la movilidad resulta clave en estos conceptos. Además, este tipo de urbes emitirían menos CO2 que las ciudades con crecimiento descontrolado y serían más saludables al promover trayectos más cortos y oportunidades de movilidad más sostenibles, describe Carlos Moreno .
Ciudades como París o Viena ya están apostando por esta nueva conceptualización
Optar por ciudades más compactas, con áreas autosuficientes, reduciría la necesidad de trasladarse, porque serían ciudades caminables, con un transporte público adecuado donde todo el mundo pueda acceder a los servicios básicos andando; incrementar la resiliencia, construyendo viviendas y barrios que cuenten con servicios e infraestructuras adecuadas para minimizar el riesgo de desastres naturales, y fomentar la movilidad sostenible, creando viales de prioridad peatonal y potenciando el transporte público, serán tres de los ejes transversales de este nuevo diseño urbano. Ahora bien, en este necesario cambio transformador de políticas urbanas con una transición significativa hacia un enfoque más sostenible el sector de la construcción y la promoción inmobiliaria juega un papel esencial para edificar estos nuevos barrios.
Ciudades como París o Viena ya están apostando por esta nueva conceptualización y se encuentran trabajando bajo estos parámetros para diseñar nuevas zonas y espacios públicos que respondan las necesidades de los ciudadanos del mañana.
También dentro de nuestras fronteras encontramos ejemplos de construcción de nuevos barrios sostenibles e inteligentes que se podrían encuadrar dentro de la etiqueta de “Ciudad Compacta”. Es el caso del futuro barrio de Turianova, en la ciudad de València. Situado en una ubicación estratégica junto al Hospital La Fe contará con un total de 2.300 viviendas y 308.000 m2 de superficies dotacionales públicas (zonas verdes y otros equipamientos) y se ha conceptualizado siguiendo criterios de sostenibilidad y con la última tecnología para lograr una zona urbana más verde e inclusiva a largo plazo aprovechando al máximo el espacio existente. Un proyecto que servirá como piloto de un nuevo modelo de urbanismo para la ciudad y cuyas primeras viviendas estarán listas el próximo año.
Viales de prioridad peatonal, carril bici, circuito de running y amplias zonas verdes serán algunos de los servicios con los que contará Turianova. “Entre los muchos impactos positivos que tendrá el barrio a corto plazo podemos destacar la reducción de la contaminación ambiental y acústica, la cercanía a espacios verdes y la conectividad a grandes vías de la ciudad, lo que favorecerá la accesibilidad al entorno inmediato y la movilidad”, explica Antonio Piles , de Grupo Bertolín, constructora encargada de llevar a cabo las obras de urbanización y de la edificación de 1.200 viviendas.
Sin embargo, según recalca Bertolín, a largo plazo los beneficios para los valencianos que elijan este barrio para instalarse se multiplicaran exponencialmente: mejora de la calidad del agua, del aire, de la salud mental y física de la población o de la eficiencia energética, añade Piles.
Para la empresa valenciana, «es el momento de reprogramar las ciudades y diseñar entre todos los agentes sociales las que serán las ciudades del mañana: más sanas, seguras y sostenibles».