El cabreo en el PP de la provincia de Valencia complica un congreso con candidato único

El intento por parte de Génova de evitar un congreso en la provincia de Valencia a cara de perro ha acabado derivando en que las formas en la imposición de un candidato genere un importante descontento en el PP - como informó ABC - cuyas consecuencias son desconocidas. Dada la naturaleza disciplinada de los cargos del partido, puede que finalmente no ocurra nada. Pero ello no impide la existencia de un temor fundado a que ese cabreo se canalice en listas alternativas o en -no menos importante- una baja participación .

La mayoría de voces coinciden en que el acuerdo entre familias alcanzado hace poco más de una semana para que el alcalde de Gavarda, Vicente Mompó, sea el candidato a la presidencia provincial fue una firma de paz forzada . Ésta se selló con la famosa fotografía de Isabel Bonig, María José Catalá, Belén Hoyo, Fernando de Rosa y Juan Ramón Adsuara tras 48 horas de intensas negociaciones ese fin de semana en un proceso tutelado por el secretario general del PP, Teodoro García Egea, el diputado nacional Vicente Betoret y el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.

Lo que en los círculos populares se califica sin ambages como «imposición» ha provocado movimientos más enérgicos de lo previsto. Conocida era la intención del exparlamentario Juanvi Pérez de presentarse a la presidencia. Perteneciente al denominado Foro Populares -un grupo promovido por históricos como el expresidente de la Generalitat Francisco Camps o el exsenador Pedro Agramunt-, siempre se le han dado pocas opciones de victoria más allá de la integración en la candidatura de Mompó. Y, aunque así sigue siendo, la estrategia de Génova ha originado que ahora existan nuevos escenarios y varias cuestiones ronden a nivel interno: ¿conseguirá Pérez aglutinar, al menos, parte de ese enfado?, ¿surgirá a última hora otra lista en representación de alcaldes cabreados?, ¿será una hipotética baja participación la evidencia de todo el descontento? .

La única certeza es la que establece el reglamento del congreso: el 29 de junio, jornada en la que todos los afiliados al corriente de pago podrán elegir al precandidato, Mompó tendría que conseguir un mínimo del 50% de todos los votos emitidos con una distancia de 15 puntos sobre el resto. Debido a que puede haber votos blancos y nulos, los cálculos apuntan a que para asegurarse la victoria habría de conseguir alrededor del 60% de los apoyos.

Si bien son numerosas las voces que aventuran que así será pese a todo lo ocurrido y debido a que los principales cargos orgánicos del partido en la provincia ya han mostrado su predisposición a avalarlo, en el caso de que no lo logre se acudirá al congreso del 25 de julio sin candidatura única , desbaratando los planes de la dirección nacional.