Covid-19
Un Benidorm «fantasmal» en crisis por la caótica desescalada del coronavirus
Los hosteleros reclaman al Gobierno un IVA reducido y retrasar el inicio del curso escolar por la falta de turistas
En directo: última hora del coronavirus y la desescalada en la Comunidad Valenciana
Quien recuerde el bullicio y la animación de la conocida calle de « Los Vascos » en el corazón de Benidorm , cualquier fin de semana del año, ahora apenas reconocerá este rincón emblemático del destino turístico, vacío y con una atmósfera que ha mutado de la gastronomía a la higiene debido a la crisis del coronavirus .
«Hay mucho miedo y la información que llega es confusa : lees en el BOE que ahora no se pueden hacer ofertas, con nada llamativo para el consumidor, podemos abrir, pero hay que intentar que no entre la gente..., son cosas extrañas», relata Tania Galán , del Restaurante Gaztelutxo , uno los pocos que por fortuna siente menos la presión en esta crisis. Fundado en 1997, funciona como negocio familiar con solo un par de empleados («en un ERTE, pero estamos en contacto con ellos continuamente para ver cuándo vuelven») y sin alquiler, por lo que esa menor «ambición» en otras épocas hoy les permite respirar. «En su día compramos el local y menos mal, porque ahora sería un problema», reflexiona esta joven hostelera.
¿Con qué medidas de seguridad hay que abrir? El interrogante planea en el ramo hostelero: antes se dijo que con mamparas, ahora no es obligatorio, «es un jaleo», y Tania ha optado por avisar a sus clientes con un cartel en la puerta detallando las normas de «adaptación a la nueva normalidad».
Además, esta zona de «Los Vascos» está en el casco antiguo, en calles estrechas en las que no se sabe cuál podrá ser la separación de mesas, hasta ahora todos los establecimientos tenían a ambos lados y ahora se plantean ordenar el tránsito de público en un único sentido, aunque como no va a haber casi gente, podrían colocarlas para que la gente pase por en medio. En cualquier caso, «aquellos que se comporten mal, o toquen a la gente, les vamos a dar un toque de atención, aquí siempre trabajamos en equipo todos los restaurantes, intentaremos que todo esté tranquilo y seguro y se siga atrayendo a gente», explica.
Aunque desde el lunes 11, Benidorm se encuentra en fase 1 de la desescalada en el estado de alarma , en las primeras jornadas han estado cerrado nueve de cada diez establecimientos y el pasado fin de semana han probado a reabrir para sopesar si hay flujo de clientes, aún con los hoteles cerrados y los apartamentos turísticos vacíos.
«Tenemos asumido que el año está perdido y vamos a procurar tener los menos gastos posibles, va a estar todo muy parado mínimo hasta agosto y no se sabe mucho qué va a pasar», señala Galán, que tampoco se rinde al pesimismo. «El negocio goza de buena fama y hace días que la gente nos llama para ver cuándo abrimos», señala esta hostelera.
«No hay fiabilidad»
Para el presidente de la asociación de restaurantes y bares de Benidorm COBRECA , Pablo González , «la hostelería lleva muy mal la desescalada, porque el Gobierno va a trompicones» y pone como ejemplo que el viernes anterior por la mañana les llamaron de la Concejalía de Comercio para avisarles de que no podían abrir quienes tenían terraza comunitaria, pero lo cambiaron justo el sábado en el BOE. «No podemos tomar ninguna decisión porque no tenemos fiabilidad, no nos fiamos mucho de lo que va saliendo en prensa, hay desconfianza», abunda.
Tampoco ven justa su obligación de coger a parte del personal de un ERTE o asumir el 40% del coste de las cotizaciones a la Seguridad Social, ya que «se dijo que pagaríamos al terminar el estado de alarma», recuerda González. «Yo quiero trabajar , pero no tengo turistas, con las fronteras cerradas y de otras comunidades tampoco pueden venir», describe el meollo del problema.
Porque la realidad de un destino turístico como Benidorm no encaja con la de todo el sector español. «Existen varios perfiles en hostelería: el bar pequeño, que regenta la familia, en un barrio, todo el año con la misma clientela, también como en municipios del interior no turísticos, pero nosotros no es así», explica.
COBRECA ha impulsado esa campaña de protesta y presión de los carteles de «Se traspasa» y del 10% de establecimientos que han abierto la primera semana en Fase 1 de la desescalada, González señala que su pretensión era «reivindicar algunas medidas para aguantar todo el año, ya no es ganar, sino perder lo menos posible».
El invierno ya se vislumbra como el « siguiente escenario económico», aunque no saben si vendrán turistas «y los mayores, que son personal de riesgo, tampoco».
Como medidas de choque, reclaman una rebaja en el tipo impositivo del IVA que incentivaría más el consumo, porque de lo contrario «cada negocio que cae son muchas familias y se pierde empleo», y también -si es viable- que empiece el curso escolar en octubre , de forma que en septiembre recuperen algo de los ingresos de caja que se va a perder en junio-julio.
González apunta a zonas como «Los Vascos» o el Rincón de Loix , que viven al cien por cien del turista nacional e internacional, como las afectadas más directamente. Aunque el problema es también la imagen de conjunto. «Cuando se viene a Benidorm, es para la fiesta, el ambiente, con mucha gente paseando, y si lo ves como una ciudad fantasma , ya no es igual», resume este hostelero, que solo ve dos aliados, de momento, «el Ayuntamiento, que se está volcando con hostelería, y los medios de comunicación».
«Basta ya, Pedro Sánchez dimisión»
Con más desesperación, Alex Fratini , de la cadena de restaurantes de cocina italiana Pinocchio , muestra su hartazgo con la política del Gobierno central a través de las redes sociales. «Leerme cien veces el puto decreto de los ERTE no me da la vida: he hablado con varios gestores laborales y cada uno tiene una teoría. Esto no esta saliendo en los medios de comunicación, pero este decreto es una sentencia de muerte a las empresas ligadas al turismo. Yo veo dos soluciones: 1-Quiebra. 2. Quiebra», denuncia este restaurador, uno de los primeros en sumarse a la campaña de protesta colgando el cartel de «Se traspasa».
También enumera otras condiciones a su juicio inasumibles para el sector: «hoteles abiertos solo para personas de la misma ciudad, turistas en una habitación de hotel 14 días sin salir, clientes demasiado cerca en mesas de diez personas por culpa del bar, empresarios con su bar cerrado pagando alquiler, seguros sociales, préstamos». Y su conclusión es que «este Gobierno se ha olvidado de los empresarios , basta ya, Pedro Sánchez dimisión».