Medio Ambiente
Una beluga valenciana
El Oceanogràfic de Valencia alberga el nacimiento de Kylu, la primera cría de la especie originaria del Ártico nacida en cautividad en Europa
Kylu es una cría macho de ballena beluga nacida hace dos meses en el Oceanogràfic de Valencia. Con más de 110 kilogramos de peso, este cetáceo es la primera cría de la especie nacida en cautividad en Europa , por lo que su alumbramiento constituye un hito sin precedentes que permite a los científicos del parque avanzar en el conocimiento de esta especie que se encuentra, en su hábitat natural -el Ártico-, en peligro de extinción.
«Es muy importante que la gente sepa lo que está pasando en el Ártico», indica Daniel García , director de Veterinaria del centro. El deshielo y la contaminación contribuyen a que las especies que viven alrededor del Polo Norte desaparezcan, y también el tráfico marítimo les perjudica. El objetivo del equipo del Oceanogràfic es concienciar a la sociedad sobre los perjuicios que tienen las acciones del ser humano sobre estos animales y ayudar así a la conservación de la especie.Kylu, que lleva en su nombre las iniciales de su padre, Kairo, y su madre, Yulka, nació el 15 de noviembre en una noche de superluna , lo que da lugar a la terminación «lu». Desde que Kylu nació, la cría ha pasado de pesar 74 kilogramos a más de 110, y de 160 centímetros a 190, un gran logro, dado el pequeño porcentaje de supervivencia de estos cetáceos.
De hecho, en 2006, en el parque ya nació un beluga, pero no vivió más que veinte días . «La inexperiencia de la madre provocó el rechazo de la relación con la cría, y el bebé no pudo alimentarse bien», explica a ABC Paola Muñoz , entrenadora de mamíferos marinos del Oceanogràfic. Esta vez, el equipo ha desarrollado un sistema innovador para Kylu, que consiste en un guante de látex en el que se introduce una sonda que sale por el dedo corazón, y, cuando la cría engancha el dedo, con una jeringa se inyecta la leche que le llega a través del tubo. Al contrario que otros mamíferos, las belugas hembra no tienen pezón, por lo que la cría no podría haber sido alimentada con el método tradicional del biberón, ya que no tiene instinto para succionar.
En 2006 Yulka era joven e inexperta. En 2016, la beluga de 20 años dio a luz sin problemas tras 502 días de embarazo . El parto duró once horas y 22 minutos y no hubo complicaciones, tan solo tuvo la cría un poco de necrosis en la cola debido a la presión.«Padres primerizos»Más de treinta profesionales han estado al cuidado de Kylu, haciendo turnos de 24 horas y dándole de comer cada dos, y proporcionándole los cuidados necesarios desde que nació. Además, el equipo ha recibido en todo momento la colaboración del Aquario de Vancouver (Canadá) y de SeaWorld, en Estados Unidos, centros con experiencia en belugas.Estos «padres primerizos» han podido conocer las necesidades de la madre en todo momento a partir del vínculo de amor que han desarrollado con ella, y también ahora con la cría.