Covid-19
El Ayuntamiento de Valencia prohíbe una misa al aire libre por la patrona mientras autoriza conciertos
El consistorio deniega la celebración con aforo reducido del día de la Virgen de los Desamparados a las puertas de su Basílica aludiendo a la situación sanitaria por el coronavirus
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El Ayuntamiento de Valencia no ha autorizado la celebración de la conocida 'Misa d'Infants' -una ceremonia con coral y orquesta- con motivo de la fiesta de la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad, el próximo 9 de mayo.
El Arzobispado había propuesto realizar este oficio al aire libre con 600 sillas , la mitad de las que caben en la plaza de la Virgen, con la colaboración de la Policía Local, pero el consistorio gobernado por Compromís y PSPV-PSOE no ha dado luz verde.
Sin embargo, se da la circunstancia de que todas las semanas desde marzo, incluso ese mismo domingo, se programan conciertos con aforo reducido -400 personas sentadas- en la Marina, un espacio público gestionado por el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno central.
También se ha denegado la realización de la procesión de la tarde, que estaba previsto que se realizara con el 'Maremóvil' por las calles del centro histórico, como ya se hizo en Fallas para evitar incidentes. Eso sí, el tradicional traslado de la Geperudeta desde la Basílica hasta la Catedral, en el que se concentran miles de personas, nunca ha estado encima de la mesa.
Desde la concejalía de Espacio Público explican a ABC que la normativa sanitaria autonómica en vigor por el coronavirus contempla que «no se celebrarán eventos de ninguna índole que impliquen aglomeración o concentración de personas. En consecuencia, no se permite la realización de evento alguno o actividad con concentración de personas, que se desarrolle tanto al aire libre como en espacio cerrado». Del mismo modo, «no se permiten los espectáculos itinerantes».
Según fuentes de esta área, a cargo de Compromís, «los permisos se conceden en base a este decreto» de la Generalitat Valenciana , por lo que también se han denegado la autorización a otros eventos.
La portavoz del PP, María José Catalá, no entiende porqué «se autorizan unos actos y otros no» y reclama que se busque «una solución con todas las medidas de seguridad». Los populares apuntan que desde el Ayuntamiento se está planteando celebrar conciertos para 2.000 personas en la Feria de Julio, «pero se le dice que no a la Basílica en un acto que se celebra tradicionalmente».
No obstante, desde Espacio Público creen que el PP debería « dejar de jugar con los símbolos de los valencianos y valencianas y centrarse en trabajar conjuntamente para salir cuanto antes de esta crisis siguiendo las normas de seguridad que dicta la Generalitat».
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, se muestra convencido de que se puede llegar a un acuerdo para celebrar la misa y buscar una alternativa para la procesión.
«Tiene que volver el diálogo y se tiene que buscar una solución intermedia. Por supuesto, con todas las medidas de seguridad y marcando los criterios sanitarios», defiende Giner.
«Ya es la segunda vez que estamos viendo cómo actos tradicionales de la ciudad de Valencia no se pueden celebrar, como por ejemplo la bajada de la Real Senyera el 9 de Octubre , y a continuación sí que se dio permiso para la celebración de la 'Plaça del Llibre', en la Plaza del Ayuntamiento, como denunciamos en su momento», añade el portavoz de la formación naranja.
El año pasado la pandemia tampoco permitió grandes celebraciones, aunque los días en los que se conmemoraba la fiesta de la patrona estuvieron marcados por la polémica . El Arzobispado decidió abrir por sorpresa durante varios minutos la Basílica, con la imagen de la Virgen a las puertas, para que los fieles que paseaban por la plaza pudieran verla.
Unos hechos que criticó duramente el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, porque generaron, a su juicio, «un punto de concentración de personas». Canó anunció que la Policía Local iba a trasladar los hechos a la Delegación del Gobierno para ver si se había infringido el estado de alarma. El propio alcalde de Valencia negó que se hubiesen producido aglomeraciones y finalmente no se tramitó ningún tipo de sanción.