Sucesos
Del arsénico a los laxantes: los crímenes de las envenenadoras de Valencia
La detención de una mujer acusada de acabar con la vida de su novio a base de purgantes engrosa una lista negra de casos que comenzó el siglo pasado
Una mujer mata a su pareja envenenándola con laxantes en Valencia
La detención de una mujer acusada de matar a su pareja sentimental a base de laxantes alimenta la lista negra de las envenenadoras de Valencia . La historia de esta crónica de crímenes comenzó a escribirla Pilar Prades allá por 1954, cuando comenzó a servir en el domicilio de un matrimonio de la capital del Turia.
Prades, natural del municipio de Bejís, en la provincia de Castellón, fue condenada a muerte por el asesinato de la mujer de la casa en la que trababaja, a la que envenenó con el arsénico que introducía en la comida que preparaba para su víctima. Prades, quien proclamó su inocencia hasta el final, fue la última mujer ejecutada en España. Murió en el garrote vil el 19 de mayo de 1959. Su caso inspiró a Luis García Berlanga para rodar «El verdugo» y a los creadores de la mítica serie «La huella del crimen» para uno de sus capítulos más recordados.
Han transcurrido 63 años del crimen perpetrado por Pilar Prades y la realidad vuelve a superar a la ficción . La muerte en extrañas circustancias de un hombre en Valencia, aquejado de una diarrea crónica , puso en alerta a la Policía Nacional el pasado mes de abril. Las pesquisas han concluído con la detención de su pareja, una mujer de 56 años. Los agentes creen que acabó con la vida de su novio, un hombre de 70 años, al suministrarle medicamentos laxativos.
Al igual que sucedió con la víctima de Pilar Prades en la década de los cincuenta del siglo pasado, el estado de salud del hombre mejoraba cuando se encontraba en el hospital y no tenía contacto con su pareja. Finalmente, tras siete meses ingresado acabó muriendo. Su novia fue detenida por estos hechos y está acusada también de estafa y apropiación indebida , toda vez que, según la investigación policial, sustrajo durante ese periodo más de 90.000 euros de las cuentas bancarias de la víctima.
Otra valenciana, la envenadora de Melilla
Entre ambos casos la crónica negra de las mujeres que han envenenado a sus maridos sumó otros dos casos. En 2005, otra valenciana, Francisca González . conocida como la «envenadora de Melilla», fue condenada en septiembre de 2005 a 84 años de cárcel por el asesinato de su marido y dos de sus tres hijos, de quince años y cuatro meses de vida respectivamente. Los crímenes se perpetraron en la ciudad autónoma, donde residía la familia. Francisca tambíen fue condenado por otro asesinato en grado de tentativa, en este caso de otro de sus hijos.
En los registros se hallaron en las habitaciones de los niños botellas de agua con carbimida, un medicamento empleado contra el alcoholismo desaconsejado para menores.
Ya en 2011, la Guardia Civil detuvo en la localidad castellonense de Peñíscola a una mujer de 54 años acusada de matar a su novio. En este caso el modus operandi consistió en suministrar a la víctima pequeñas dosis de una sustancia tóxica en la bebida.