Alberto Caparrós - Crónicas sabáticas
Ximo Puig, Mónica Oltra y un pollo a lo Donald Trump
«Si el PSPV-PSOE y Compromís se necesitan tras las próximas elecciones para continuar gobernando volverán a pactar»
Si Ximo Puig (y por extensión el PSPV-PSOE) y Mónica Oltra (Compromís) se necesitan tras las próximas elecciones para continuar gobernando volverán a pactar. A partir de aquí, si usted está más preocupado por los terribles efectos sanitarios y económicos de la pandemia del coronavirus , de la educación que reciben sus hijos o de la execrable lacra de la violencia machista puede prescindir de seguir leyendo este artículo.
Si continúa ahí le contaré que estas líneas vienen a cuento de los últimos encontronazos de la vicepresidenta del Gobierno valenciano con su presidente a raíz de la aprobación de los Presupuestos de la Generalitat, de las medidas para hacer frente al Covid-19 y de la llamada Estrategia de Recuperación (sic).
Mónica Oltra ha logrado convulsionar la política valenciana al más puro estilo de Donald Trump . A golpe de tuit. La dirigente de Compromís ha cambiado las camisetas con las que ejercía la oposición al PP por las redes sociales para cargar contra sus socios de Ejecutivo.
Cambian los adversarios políticos pero la esencia es la misma. Mónica Oltra logra que se vuelva a hablar de ella una y otra vez cuando detecta que los focos apuntan a otra dirección. En la gestión de la pandemia del coronavirus todo el protagonismo lo ha acaparado Ximo Puig . Algo lógico ya que el estado de alarma le otorga plenas competencias en función de su cargo de presidente de la Generalitat y, en consecuencia, máximo representante del Estado en la Comunidad Valenciana.
«El mismo día que Donald Trump indultaba a un pavo, la vicepresidenta valenciana montaba un pollo»
La exposición pública de Ximo Puig en estos meses le ha proporcionado más disgustos que satisfacciones. Desde el día que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , le obligó a anunciar que se suspendían las Fallas hasta los momentos más trágicos de la pandemia en los que los sanitarios tenían que protegerse con bolsas de basura ante la falta de medios proporcionados por la Generalitat, según consta ya incluso en una sentencia dictada por un juzgado de Alicante.
En las malas, Mónica Oltra no reclamó en Twitter espacios de codecisión y cogobernanza. Sí lo ha hecho, en cambio, el día que Ximo Puig pretendía lucirse con la presentación de un programa para la recuperación de la economía valenciano que, dicho sea de paso, es papel mojado mientras no se aprueben las ayudas que debe conceder la Unión Europea.
Como si del juego del «poli bueno y el poli malo» se tratara, al acto asistieron primeros espadas de Compromís, como el presidente de las Cortes, Enric Morera , y el alcalde de Valencia, Joan Ribó , que aplaudían a Ximo Puig mientras Mónica Oltra desacreditaba todo lo que allí se había anunciado con un solo tuit . El mismo día que Donald Trump indultaba a un pavo, la vicepresidenta valenciana montaba un pollo.
En el lado socialista se aplica la misma estrategia. El presidente de la Generalitat evita el cuerpo a cuerpo con la vicepresidenta. Los dardos corren a cargo del portavoz parlamentario, Manuel Mata , y de la consellera de Justicia y enemiga íntima de Oltra, Gabriela Bravo .
Si siguen todavía ahí tengan claro que todo lo que han leído en los siete párrafos anteriores quedará en el limbo de las hemerotecas la misma noche de las próximas elecciones si Ximo Puig y Mónica Oltra vuelven a necesitarse para seguir gobernando. Mientras al PSPV-PSOE no le den los números para pactar con Ciudadanos volverá a ir de la mano de Compromís. Y Compromís se aferrará a los socialistas para no perder el sillón. Y habrá un Botánic III. Para todo los demás, hasta el último domingo del mes de mayo de 2023, siempre nos quedará Twitter a falta de camisetas.
