Alberto Caparrós - Crónicas sabáticas
Confinamiento en Valencia
«Los valencianos volvemos a quedar a la espera de que la izquierda que nos gobierna acierte en sus decisiones. Da igual cómo denomine a las medidas. Lo trascendental es que hay vidas en juego»
![Imagen del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tomada este domingo](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/01/10/ximo-puig-presidente-generalitat-kfGH--1248x698@abc.jpg)
La izquierda valenciana comenzó la Navidad azuzando un debate sobre el feminismo y el papel de la mujer en la sociedad sustentado en una imagen del «coño de la Virgen» difundida en las redes sociales por la vicealcaldesa y líder del PSPV-PSOE en la capital del Turia, Sandra Gómez .
En la misma víspera de Nochevieja, la izquierda gobernante reaccionó in extremis para prohibir, por la vía del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, las fiestas de doce horas con disc-jockeys que anunciaban las discotecas para cerrar el año de la pandemia del coronavirus al amparo de otra resolución previa del Gobierno presidido por Ximo Puig que les permitía abrir sus locales en horario diurno.
El 5 de enero, el Ayuntamiento de Valencia, gobernado por Compromís y el PSPV-PSOE, organizó una recepción a los Reyes Magos a cargo del alcalde, Joan Ribó , que derivó en una suerte de cabalgata que provocó la aglomeración televisada de más de 1.500 personas a las puertas del edificio consistorial sin guardar las medidas de seguridad ante el Covid-19 .
La Cabalgata generó el ya clásico cruce de reproches y acusaciones en las redes sociales entre dirigentes del PSPV-PSOE y Compromís , socios de gobierno en el Ayuntamiento y la Generalitat, el día que el Ejecutivo autonómico había decretado nuevas restricciones ante la mala evolución del coronavirus. Unas medidas que también constituyen objeto de debate y notoria discrepancia entre los partidos que forman el Consell.
De hecho, ese mismo 5 de enero, Compromís reclamó a Ximo Puig que solicitara al Gobierno una modificación en el estado de alarma para que la Generalitat Valenciana pudiera decretar el confinamiento de la población.
El presidente de la Generalitat entendió que no era el momento oportuno y anunció horas después nuevas restricciones, como la ampliación del toque de queda o el cierre de la hostelería desde las cinco de la tarde, que a juicio de sus compañeros de Ejecutivo de Compromís y Podemos se quedan cortas. Los partidos a la izquierda del PSPV-PSOE siguen reclamando «medidas más drásticas que salven vidas» .
La evolución de la pandemia en la última semana (22.103 nuevos contagios y 213 muertos) ha dado al traste con los pronósticos que manejaba la Presidencia de la Generalitat , que esperaba malos datos, pero no tanto. La Comunidad Valenciana batió el viernes el récord de contagios diarios con más de 6.200 positivos de coronavirus .
La incidencia acumulada de la pandemia del Covid-19 , que ya roza los cuatrocientos casos por cada 100.000 habitantes, y la tasa de positividad, por encima del veinticinco por ciento, también han pulverizado todos los registros conocidos desde marzo del año pasado. Todo ello tras encabezar las hospitalizaciones y las muertes como consecuencia del coronavirus en toda España los últimos siete días, de acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Sanidad.
En este contexto epidemiológico, la vicepresidenta primera y portavoz del Ejecutivo valenciano, Mónica Oltra , expuso el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell que «no se puede descartar» la posibilidad de pedir al Gobierno el confinamiento parcial de la Comunidad Valenciana. En concreto, la también líder de Compromís recalcó que «desde luego, no es un escenario que se pueda descartar» .
Este sábado, el propio Ximo Puig abundaba en la misma tesis en una entrevista en RNE, cuando fue preguntado sobre un posible confinamiento de la población: «No se puede descartar nada, vamos a vivir semanas complicadas» .
![Imagen del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tomada este domingo](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/01/10/ximo-puig-presidente-generalitat-kGyC--510x349@abc.jpg)
Este domingo, ABC informó de que la Generalitat Valenciana ya estudia endurecer las restricciones ante los malos datos del coronavirus de la última semanas y las peores perspectivas que se preven para las próximas. Unas medidas que avanzarían hacia un confinamiento de facto, en el que la movilidad quedaría limitada a traslados laborales, a los centros escolares o por motivos sanitarios.
Las medidas vigentes expiran el 31 de enero. Un plazo inasumible si continúa la curva de contagios de Covid-19 que esperan los epidemiólogos y que ya indica la tasa de positividad, que según el Ministerio de Sanidad sitúa a la Comunidad Valenciana en riesgo extremo de propagación de la pandemia.
En síntesis, la evolución de la pandemia aboca a la Generalitat a tomar medidas más duras que fuercen a la sociedad a un «confinamiento parcial» (término acuñado por Mónica Oltra ) sin necesidad de modificar el estado de alarma.
Compromís presiona al PSPV-PSOE reclamando medidas que ya han tomado otras autonomías, como el cierre de la hostelería y los centros comerciales o la ampliación del toque de queda al horario vespertino.
Este domingo, como colofón a una semana trágica , circuló por las redes sociales un bulo que sostenía que la Generalitat Valenciana había convocado una rueda de prensa para anunciar un «confinamiento general domiciliario».
El Gobierno autonómico se ha encargado de desmentir el bulo y el propio Ximo Puig ha explicado literalmente que «no va a haber en estos momentos ningún tipo de confinamiento de carácter inmediato» . Que cada cual lo interprete como quiera. Sus socios de gobierno no han tardado en replicarle en las redes sociales como si se tratara del mismo cuento de la Navidad pero con con 35.090 contagiados y 452 muertos más como consecuencia del coronavirus.
Los valencianos volvemos a quedar a la espera de que la izquierda que nos gobierna acierte en sus decisiones. Da igual cómo denomine a las medidas. Lo trascendental es que hay vidas en juego.