Sucesos
La adolescente asesinada en Chella no será incinerada por si resulta necesario practicar nuevas pruebas
La familia recibe la autorización para enterrar a la menor mientras el autor del crimen es sometido a vigilancia en la cárcel para evitar su suicidio
La localidad valenciana de Chella dará este jueves su última adiós a Vanessa , la joven de quince años asesinada la pasada semana por Rubén Mañó , un amigo del municipio que desde el lunes está ingresado en la prisión de Picassent. El autor confeso del crimen está sometido a viligancia en la cárcel dentro del protocolo de prevención de suicidios. Mientras, el avance de la autopsia practicada a la menor fallecida revela una muerte violente por asfixia, sin indicios de violación , y por este motivo se imputa al detenido únicamente un delito de asesinato, sin perjuicio de que puedan aparecer nuevos indicios, señalan fuentes de la investigación.
En consecuencia se ha autorizado a los familiares a que entierren el cuerpo de Vanesa, pero no su incineración. De hecho, según publicó Las Provincias , la necropsia desveló pequeñas lesiones vaginales y anales en el cuerpo de la menor, que no han podido esclarecer si Vanessa f ue violada la fatídica noche del 26 de octubre o las relaciones sexuales fueron consentidas.
La madre de Vanesa había denunciado el jueves 27 de octubre la desaparición de su hija después de que esta fuera el día anterior al cine con dos amigos, regresara y cenara en su domicilio, pero después le dijo que se iba a casa de unas amigas a dormir.
Al día siguiente no fue al colegio, de modo que su madre presentó el jueves por la tarde una denuncia y se distribuyeron por el pueblo carteles con su imagen.
Su cadáver fue localizado al día siguiente en un profundo y escarpado barranco a unos cien metros del casco urbano de este pueblo, de apenas 2.500 habitantes, situado en el interior de la provincia de Valencia.
Horas después se detuvo a Rubén, un joven de 21 años amigo de la víctima, que confesó el homicidio y afirmó haber consumido drogas y alcohol antes de estrangularla.
Tras prestar declaración el pasado lunes en los juzgados de Xàtiva , ingresó en prisión provisional.
El homicida confeso fue condenado en octubre de 2015 por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Xátiva, competente en materia de Violencia sobre la Mujer, a 50 días de trabajos en beneficio de la comunidad por lesiones producidas a otra joven y maltrato en el ámbito familiar.
Se le impuso además la prohibición de acercarse a la denunciante, su expareja, y de comunicarse con ella, según las mismas fuentes.