Tribunales
Absuelven a dos guardias civiles acusados de detener ilegalmente a un hombre en un control de alcoholemia
La Audiencia de Valencia considera que el denunciante y sus amigos hostigaron y desobedecieron órdenes de los agentes
La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha absuelto a dos guardias civiles de Tráfico que estaban acusados de detener ilegalmente al ocupante de un vehículo al que habían parado en un control de alcoholemia y de mentir después en la confección del atestado.
La Sala considera que el denunciante, su pareja y otro amigo hostigaron y desobedecieron las órdenes de los agentes cuando estos les pedían que no invadieran la calzada y les dejaran hacer su trabajo.
Los hechos sucedieron sobre las siete de la mañana del 21 de abril de 2017, cuando los dos acusados dieron el alto a un coche en un control preventivo de alcoholemia en la CV-32, a su paso por el término municipal de Massalfassar.
El conductor dio positivo en alcohol y drogas . Mientras los agentes le realizaban las pruebas, los otros tres ocupantes del vehículo retenido, una mujer y dos hombres, bajaron del mismo y comenzaron a deambular por los alrededores .
Según se recoge en la sentencia, los guardias les requirieron en multitud de ocasiones para que no ocuparan la carretera mientras caminaban a fin de no obstaculizar el tráfico.
En un momento determinado, la mujer se acercó a los agentes para manifestarles que tenía que acudir a su trabajo con urgencia y les pidió que se identificaran porque entendía que le estaban faltando el respeto .
Esa situación se prolongó durante veinte minutos hasta que otro de los ocupantes, pareja sentimental de la anterior, se encaró con uno de los guardias haciendo aspavientos , le golpeó levemente con la mano y le dijo «ves a fer la mà», mientras tomaba a su novia del brazo para llevársela consigo antes de acabar detenido.
La Sala, que ha examinado como prueba un vídeo grabado por otro de los ocupantes del vehículo , concluye que la actuación del primero de los guardias, el que practicó la detención, fue una respuesta natural a un posible delito de atentado o resistencia grave .
A su juicio, es «normal» que este agente pensara que la detención del hombre era la única solución para «poner coto a la interminable conducta» de los tres amigos, tras un hostigamiento verbal , que llegó incluso al «encaramiento personal violento del detenido».
Respecto del segundo agente acusado, el Tribunal señala que su conducta se mantuvo « dentro de los márgenes de profesionalidad exigibles » y que en la detención «no se advierten ninguno de los elementos típicos del delito de detención ilegal».
En cuanto al delito de falsedad en documento oficial , la sentencia descarta que los dos acusados faltaran a la verdad en la redacción del atestado para justificar la detención, como sostenía la Fiscalía , sino que atribuye la imprecisión del informe a « un simple error , provocado por la dificultad que entraña en ocasiones reproducir con palabras un suceso violento y rápido».