Día de la Comunidad Valenciana
Un 9 d'Octubre para los valencianos anónimos y atípico por el coronavirus
Ximo Puig apela a la alianza para salir de la crisis en su discurso institucional
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La Comunidad Valenciana celebra este viernes un 9 d'Octubre atípico por el coronavirus en el que la Generalitat ha otorgado la Alta Distinción al conjunto del pueblo valenciano en su día grande por su comportamiento ante la pandemia.
Las distinciones del Consell también reconocen este año la labor de los miembros del sector sanitario, servicios sociales, agroalimentario, transportes, limpieza, seguridad y emergencias, educación, administración pública, ciencia e investigación, cultura, medios de comunicación y entidades solidarias.
Precisamente, en su discurso institucional, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha recordado a las personas «anónimas y olvidadas» pero protagonistas esenciales de cualquier transformación social , y ha defendido que es «tiempo de alianzas» para salir de la crisis sanitaria, económica y social causada por el coronavirus.
Puig ha afirmado que la actitud que nos hará salir de esta situación será «la resistencia y no la rendición; la esperanza y no la resignación, y el futuro, no la nostalgia». «Es hora de la esperanza», ha destacado el jefe del Consell, quien cree necesaria una alianza entre generaciones; entre el Estado del Bienestar y los sectores productivos, y entre los territorios para hacer frente a esta pandemia.
Ha asegurado que el sector público y el privado son «las dos caras de una moneda» y ambos «se necesitan», al tiempo que ha abogado por situar la unidad, la estabilidad y la serenidad por encima de la confrontación territorial porque, según ha dicho, «España no es el problema. ¿Qué España? Ese es el problema».
Ha afirmado que la vía valenciana es «más cogobernanza, mayor igualdad financiera, y más conexión emocional entre las partes y el todo» porque «ninguna parte representa el todo, por muy amplia que sea la circunvalación».
El presidente ha asegurado que este «no es un 9 d'Octubre más», pues por el camino se han perdido más de 1.680 vidas , «víctimas de una terrible pandemia que nos ha sumido en la tristeza, la preocupación y la incerteza», pero ha asegurado que la historia «nos ha enseñado que cada vez que los valencianos se han caído, se han levantado».
«Nos hemos levantado después de guerras y de epidemias, después de dictaduras y de crisis, después de riadas y pantanadas . Con sufrimiento y esfuerzo, pero siempre nos hemos levantado», ha destacado, y ha sido gracias al pueblo valenciano, a «aquellos que escriben la historia con tinta invisible».
Eso mismo ocurre en estos momentos. «No es la acción de los gobiernos, sino la actitud de la ciudadanía la que determinará la evolución de la pandemia», ha afirmado Puig, quien ha añadido que el coronavirus ha fortalecido el tejido comunitario valenciano y ha mostrado «cómo las sinergias superan el individualismo» .
«Ahora la tela para coser el país es más fuerte y resistente», ha manifestado, y ha abogado por impulsar una Comunitat «más verde, más digital y más protectora, con el revulsivo del apoyo europeo», con el fin de que el futuro «genere expectativas y no desigualdades».
«El futuro no se impone. El futuro no es la estación a la que vamos o a la que otros nos conducen. El futuro es la vía que hacemos entre todas y todos », ha destacado.
De los premiados por la Generalitat, el presidente ha asegurado que todos destacan por su «humanidad», pues todos ellos están poniendo a las personas «por encima de las cosas», incluso de ellos mismos.
Por su parte, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha recordado que no es la primera vez que este pueblo ha tenido que hacer frente «a desgracias colectivas» que lo han «puesto a prueba», desde la DANA del año pasado, a la riada del 57 o las epidemias de cólera y peste del pasado.
«De todas ellas, el pueblo valenciano se ha rehecho con sacrificio y determinación », ha destacado Oltra, quien ha afirmado que la pandemia actual «nos está poniendo la vida al límite» y enfrentándonos a «nuestra vulnerabilidad y nuestra fragilidad».
«Nos estamos reencontrando y alterando las prioridades. Estamos viendo cómo las actividades esenciales para la vida las tenemos ante lo ojos y son muy simples y a la vez eternamente atávicas: criar, cuidar y curar».
Granell: «¿En qué manos estamos, señor?»
La situación ha obligado a reducir tanto el número de premiados como de invitados en el acto celebrado en el Palau de la Generalitat. Las distinciones las han recogido representantes de cada uno de los sectores premiados .
Por el sanitario ha acudido la especialista en Medicina Interna del departamento Marina Baixa Concepción Benito, por el sector de los servicios sociales, María Ángeles García en nombre de la fallecida por coronavirus Encarna García; por el sector agroalimentario, la agricultora Salu Cerezo; por el sector del transporte, la transportista Mireia García; por el sector de limpieza y recogida de residuos, la gerente del consorcio Castelló Sud-València Nord, Silvia López.
En representación del sector de seguridad, la voluntaria de Protección Civil de Castelló Lorena Fores; por el educativo, el presidente de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria, Ginés Pérez; por el de la administración, Gustavo Gardey; por el de la ciencia y la innovación, la investigadora Juana María Delgado; por el de empresas reconvertidas, la empresaria Lidia Sempere; por el cultural, la programadora de Aldaia, Francis López; por el de medios de comunicación, Juan Carlos Cárdenas, y Alberto Guerrero por el de las entidades solidarias.
En cuanto a la Alta Distinción , que ha recaído en el pueblo valenciano, han participado como representante de los niños Tania Ferrer, de Xàbia; de los jóvenes Vicente Dalmau, de Burjassot; por los adultos Losar Bretó, de Benicarló, y Rafael López de Carlet por la "gent gran", Rafael López, de Carlet.
En nombre de todos los galardonados ha intervenido el escritor y traductor Marc Granell, Premi de les Lletres Valencianes , que ha criticado el comportamiento «cainita y suicida de tantos políticos metidos en sus peleas» en un tiempo «en el que la muerte nos visita y se lleva cuerpos y voces queridos».
En su discurso, Granell (Valencia, 1953) ha subrayado que en este tiempo en el que «el miedo nos llena de incertidumbre», ante el comportamiento de los políticos nos preguntamos: «¿En qué manos estamos, señor?».
«Desgraciadamente, la historia ha obligado muchas veces al pueblo valenciano a avanzar en la defensa de su cultura contra vientos y mareas bien potentes , pero lo ha sabido hacer, como ahora ante esta marea trágica e inusitada que asola el mundo. Hemos sabido mantenernos derechos y plantar cara para salvaguardar nuestra existencia misma», ha señalado.
Al respecto, Granell ha dicho que supone un honor para él haber sido premiado junto a «estamentos realmente necesarios y esenciales para la defensa de la vida de todos, y junto a quienes ayudan a vivirla lo más plena y normalmente posible».
«Compartir con vosotros este reconocimiento, en representación de una generación de escritores que supo unirse y levantarse , es el verdadero honor para mí. Agradezco a la Generalitat que haya decidido otorgarnos estas altísimas distinciones junto a la sociedad civil, el pueblo valenciano que nos invita por su comportamiento a abrir futuros posibles donde habitan las tinieblas».
Asimismo, ha agradecido el apoyo de las «voces amigas» que le han permitido dedicar su vida a la creación literaria. «Primero los padres, con su ejemplo del amor a la cultura, sabiduría y bondad por aceptar mi camino; después de los amigos libres y combativos, muchos de ellos merecedores más que yo de este galardón».
«Gracias a ellos dirigí mi pasión poética y literaria hacia la defensa de una lengua poco menos que moribunda. Los años 70 fueron magníficos, por ilusionantes y rupturistas, más aún a la vista de la efervescencia literaria de la que disfrutamos ahora, con tres generaciones conviviendo », ha concluido.
Música en los balcones
La música que sonó desde los balcones de muchas ciudades y pueblos de la Comunidad Valenciana para aliviar las medidas de confinamiento impuestas por el coronavirus ha regresado este viernes, pero en esta ocasión para celebrar el 9 d'Octubre.
Así, desde los balcones de la calle Caballeros de Valencia, intérpretes de la Agrupación Musical Carrera Fuente de San Luis han tocado diversos pasodobles para amenizar los momentos previos y posteriores al acto institucional.
Sin procesión cívica en Valencia
Casi nada escapa a la presencia del virus y eso ha quedado patente en las «bajas» que ha sufrido la lista de invitados inicialmente prevista a la cita.
Los ministros de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, han cancelado su asistencia al acto, al igual que el presidente del PP, Pablo Casado. La razón, la convocatoria de un Consejo de Ministros Extraordinario para abordar la situación en Madrid tras decaer las restricciones a la movilidad dictadas por el Ministerio de Sanidad para frenar el coronavirus.
También el Ayuntamiento de Valencia ha tenido que variar la tradicional agenda de esta jornada festiva. Sin bajada de la Senyera desde el balcón de la casa consistorial , se ha llevado a cabo un acto de homenaje a la enseña en el interior del consistorio.
El concejal de Ciudadanos Narciso Estellés, designado este año como portador de la Senyera, ha asegurado que «es el momento clave para que los millones de aspiraciones y sueños de los valencianos no dejen de cumplirse a causa de esta crisis».
Para ello, ha apostillado, «es obligación más que nunca que de las instituciones trabajar juntos sin fisuras, colaborar al máximo y ser plenamente útiles en este reto , Los valencianos cuentan con nosotros. Por favor, no les fallemos», ha reclamado.
Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha exigido «equidad entre los territorios del Estado». «No podemos pasar más tiempo persiguiendo el sueño de una financiación adecuada . Es de justicia articular las herramientas pertinentes de la Hacienda española para poder aportar unos servicios públicos dignos a la ciudadanía», ha aseverado.
Y ha advertido: «La protección social, la educación, la sanidad o la garantía de la vivienda solo son posibles si hay una aportación económica que los haga viables. Porque el autogobierno es una quimera si no disponemos de una financiación justa que nos permita aplicar unas políticas públicas de calidad. Esto es el autogobierno real ».