ERC y Junts se reúnen en Lledoners para avanzar en la negociación y diseñan «la estructura del Govern»
Aragonès, Junqueras, Sànchez y Artadi se reúnen durante cuatro horas en la cárcel para evitar una repetición electoral
Cara a cara, Oriol Junqueras y Pere Aragonès, por ERC, frente a Jordi Sànchez y Elsa Artadi, por Junts. La cárcel de Lledoners (Barcelona) fue el escenario de una reunión de los máximos dirigentes de las dos formaciones –con el permiso de Carles Puigdemont– que negocian la formación del nuevo Govern catalán. Resultado: no hay acuerdo pero se avanzó. Al menos así lo destacaron los dos partidos en un comunicado conjunto valorando positivamente el encuentro. Sin embargo, no pueden olvidar el plazo que finaliza el 26 de mayo, para evitar la repetición electoral, y el ultimátum de ERC a Junts, fijado en el próximo 1 de mayo.
A las 17.00 horas de este martes llegaron a la prisión por separado Aragonès y Artadi, que se reunieron con Junqueras y Sànchez, encuentro al que se sumaron Josep Maria Jové y Josep Rius, negociadores de ERC y Junts, respectivamente. De esta manera, la cárcel se convirtió en el centro político de Cataluña. La reunión se celebró, según algunas fuentes, en una sala y sin el vidrio de seguridad y se prolongó durante casi cuatro horas. No hay precedentes de un caso similar. Lo que en el entorno político y mediático independentista se definió como una cumbre tuvo sobre la mesa, principalmente, «la estructura del Govern» (es decir, el reparto de las consejerías) y otros temas, que ni ERC ni Junts concretaron en el comunicado.
De todas formas, ya por la mañana se dejó claro, desde el Govern catalán en funciones, que de la reunión vespertina en la cárcel de Lledoners no saldría un acuerdo concreto y cerrado. Así lo recordó Meritxell Budó (Junts), portavoz autonómica y consejera de la Presidencia en funciones, que definió la visita de Aragonés a Sànchez como «una reunión más».
Eso sí, apuntó que mantenía la esperanza de que el encuentro permita avanzar en las negociaciones y recordó –pese a hacerlo desde el atril del Govern catalán– que el objetivo es lograr «un buen acuerdo de legislatura, y no sólo de investidura», utilizando así el principal argumento de defensa de Junts cuando desde ERC se les acusa de retrasar la firma para la investidura de Aragonès. «Se necesita un acuerdo que garantice la estabilidad de toda la legislatura. Por ello, los grupos negociadores deben tomarse el tiempo necesario para lograr un buen acuerdo de legislatura», añadió Budó.
«Encallados en despachos»
Por su parte, desde la CUP –el tercer actor imprescindible para el acuerdo– se criticó a ERC y Junts por seguir «encallados en despachos, de espaldas a la ciudadanía y a las necesidades sociales». Fue el diputado autonómico de los antisistema Xavier Pellicer el encargado de advertir, a los dos partidos mayoritarios independentistas, de la necesidad de abrir un nuevo ciclo que, en su opinión, hay en la comunidad y les exigió que lleguen ya a un acuerdo que, por otro lado, debe encajar en el ya firmado entre la CUP y ERC.