Torra pide a la Generalitat activar su oficina como expresidente con chófer y tres personas a su cargo
El deseo del expresidente, inhabilitado por el Supremo, es instalar la oficina en la Casa Solterra de Gerona
![Quim Torra y Rafael Ribó, Síndic de Greuges, el martes, antes de una reunión entre ambos](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/10/08/image_20201008165931-U33158475803GGk-1248x698@abc.png)
Quim Torra ha pedido formalmente que la Generalitat de Cataluña active su oficina de expresidente autonómico. Lo ha hecho diez días después de hacerse efectiva su inhabilitación. En una carta, enviada y registrada este jueves, Torra ha informado a Pere Aragonès de que se acoge a lo que la normativa legal le permite, en tanto que expresidente de la Generalitat, y se desarrolla en una ley y un decreto aprobados en 2003.
En la carta consultada por ABC, el que fuera presidente autonómico después de Carles Puigdemont y que dejó el cargo tras ser condenado por desobediencia a inhabilitación por el Tribunal Supremo, Torra ha añadido un ruego: que, en caso de que se suspenda la ejecución de la sentencia, tal y como ha pedido judicialmente, «manifiesto mi voluntad que se deje sin efectos» la solicitud de creación de la oficina de expresidente regional.
Aunque no figura en la petición oficial, desde el equipo de Torra se ha informado de que «la voluntad» del expresidente de la Generalitat «es instalar la oficina en la Casa Solterra de Gerona». Esta casa del siglo XV forma parte del inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña que gestiona la Generalitat y fue utilizada como morada por los Reyes Católicos. Actualmente, sus dependencias están ocupadas por la sección territorial gerundense de la Consejería de Cultura.
Torra tiene derecho a una oficina, un coche oficial y un pequeño equipo de trabajadores a su cargo (secretaria, jefe de prensa y jefe de gabinete) que costea la Generalitat. Cuando finalice el proceso de instalación de la oficina, Torra se sumará a Puigdemont, Artur Mas, José Montilla y Pasqual Maragall (si bien este último ajustado a sus necesidades) que también se acogieron a estas prerrogativas. Jordi Pujol renunció a ellas tras confesar en 2014 que había desfalcado dinero a Hacienda durante años.