Tensión entre radicales independentistas y españolistas
Los Mossos d'Esquadra evitaron que las dos concentraciones en la plaza Artós se juntaran para agredirse
Última hora de la manifestación en Barcelona y la huelga de Cataluña en directo
Calma tensa en la plaza Artós de Barcelona, donde los Mossos d'Esquadra tuvieron que ejercer de dique de contención entre independentistas y ultras españolistas durante casi dos horas. Un despliegue que convirtió el barrio de Sarriá en una ratonera de calles cortadas y sirenas azules que, al final, no pasó del intercambio de insultos y consignas y algún lanzamiento puntual de pintura contra el cordón policial y los periodistas que cubrían la concentración.
En las ventanas y los balcones, los vecinos seguían con cara de asombro una marcha que se creía que la habían convocado los de Artós, entidad constitucionalista, pero que lo negó, y replicada por independentistas catalanes y autodenominados antifascistas. Así, mientras a un lado de la plaza los radicales independentistas cantaban Els Segadors y daban vivas a Terra Lliure, al otro lado ondeaban banderas españolas y se oían cánticos como «Puigdemont a prisión», «Artur Mas, cámara de gas» y «La república no existe, idiota».
La presencia de manifestantes de ultraderecha entonando el Cara al sol y proclamas como «El Valle no se toca» tensó un poco más una situación que, sin embargo, no fue a mayores: poco antes de las nueve de la noche se retiraron los elementos más radicales y el grupo independentista, parapetado tras una pancarta en la que podía leerse «Fuera fascistas de nuestros barrios», dio media vuelta y desapareció escoltado por los Mossos. No sin antes, eso sí, lanzar pintura verde a los Mossos y periodistas y repetir vivas al Comando Barcelona.
«¿Dónde están los CDR?», cantaban al otro lado. Y, por un momento, parecía que un grupo se había echado a las calles a buscarlos. Pero no. Sólo daban vueltas por Sarriá. «Si nos pegan no cenamos», dijo un joven justo antes de esfumarse por la primera esquina siguiendo a otro grupo que, ese sí, había puesto rumbo a Gracia.
Al acabar la concentración, los ultras se dirigieron al centro de la ciudad, para intentar encontrarse con las miles de personas que habían acudido a la convocatoria de los CDR, en el cruce de la avenida Diagonal con el paseo de Gracia. Los Mossos d'Esquadra frenaron su avance en la calle Aragón.