Santi Rodríguez - Tribuna Abierta
No es venganza, es Justicia
«La ausencia de voluntad de concordia, convenio, acuerdo o ajuste de los independentistas se remata no reconociendo los indultos como la solución a la contienda que ellos mantienen contra la sociedad catalan»
Dice Pedro Sánchez que él apuesta por la concordia y no por la venganza. No puedo estar más de acuerdo con la literalidad de la expresión, pero a la vez en desacuerdo a que los indultos a la independentistas condenados pueda considerarse un acto de concordia.
El diccionario de la lengua española define concordia como «ajuste o convenio entre personas que contienden o litigan», es decir, que para apostar por la concordia es necesario que haya personas –en plural- o, por extensión, partes que ante una discrepancia alcanzan un convenio, que se entiende, debe satisfacer a ambas partes.
El indulto que se propone lo es del Gobierno de España hacia unos políticos condenados por sus actos, que son las partes, pero lo que no se ve por ningún lado es el convenio o el acuerdo que permitiría alcanzar la concordia: ningún reconocimiento a la antijuricidad de los hechos por los que han sido condenados; ninguna muestra de reconocimiento ni perdón por el perjuicio para los catalanes que sus actos constituyeron; ninguna conciencia de que vulneraron derechos de los catalanes –de todos, también de los secesionistas-; ninguna voluntad de enmienda –«lo volveremos a hacer»- y un nuevo Gobierno de la Generalitat que apuesta por un nuevo «embate democrático» dicen, paradójica expresión como si la fuerza de los golpes tuviera algo que ver con la democracia.
La ausencia de voluntad de concordia, convenio, acuerdo o ajuste de los independentistas se remata no reconociendo los indultos como la solución a la contienda que ellos mantienen contra la sociedad catalana, y que ellos (ni los presos, ni su Gobierno) no sólo, no han pedido sino que incluso menosprecian.
Ante estas circunstancias, estamos ante un concepto inexistente como sería el de concordia unilateral, es decir, una concesión sin ninguna contraprestación, al menos conocida, o reconocida, lo que nos debe llevar a concluir que los indultos en estas circunstancias no deben producirse, de lo contrario se deja sin castigo unas acciones que la Justicia ya ha considerado punibles. No es venganza, «es la Justicia, estúpido«.
Santi Rodríguez es secretario general del PP catalán