Puigdemont quiere volver a Bélgica cuando el juez resuelva sobre su extradición
El expresidente catalán pide que Jordi Sánchez sea votado presidente
En el barrio alternativo de Kreuzberg , lejos del distrito gubernamental de Mitte en el que suele escenificarse la política berlinesa, el expresidente catalán Carles Puigdemont se ha presentado este sábado ante los alemanes como un hombre de diálogo , pidiendo la mediación internacional de Alemania o de Europa entre España y Cataluña y explicando que «la independencia no es la única salida a este conflicto, es nuestra propuesta. Estamos esperando ver qué propuestas presenta el gobierno de España , pero no presenta ninguna y ya nos preguntamos si Madrid tiene algún plan para Cataluña».
En una pequeña sala y en un acto organizado y presentado por el mismo personal de la Delegación de Cataluña en Alemania, oficialmente clausurada con la aplicación del 155, ha dicho que «la resolución del comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas brinda al Estado español la oportunidad de cambiar de estrategia , de reforzar su imagen exterior aportando soluciones políticas a un problema que evidentemente es político».
No ha querido comentar las declaraciones de la ministra de Justicia alemana, Katarina Barley , limitándose a decir que «respeto a todos los gobiernos europeos» . En este punto, cuando un periodista alemán le preguntaba si respeta también todas las Constituciones europeas, Puigdemont se ha perdido en un discurso de respeto a los valores fundacionales de la UE, sin citar la palabra Constitución, hasta que el mismo periodista decidió interrumpir concretando la pregunta. «¿Respeta usted la Constitución española?», momento en el cual el jefe de prensa de Puigdemont le retiraba la palabra alegando que había otras preguntas esperando.
Ha dejado claro que se queda en Berlín . Su intención no era la de establecerse en Alemania, ha reconocido, «pero las circunstancias son las que son y he decidido aprovecharlas». Tras conseguir el permiso del tribunal regional de Schleswig-Holstein para residir en la capital alemana mientras se prolonga la medida cautelar de libertad vigilada, Puigdemont comparecerá semanalmente ante una comisaría de policía de Berlín y desea emplear el tiempo en explicar a los políticos alemanes la situación de bloqueo del diálogo con España.
Ha dado la impresión de sentirse cómodo en esta ciudad y ha abundado en un discurso europeísta con el que pretende diferenciarse ahora de otras fuerzas políticas españolas. Se ha referido concretamente a «las pulsiones antieuropeas de parte de a derecha española» como criticables y se ha autoproclamado el «defensor de la democracia», pidiendo respeto para lo que en su opinión han sido votaciones democráticas de los catalanes. «Lo que nosotros hemos votado, lo que mi pueblo ha votado, ha de ser respetado», ha dicho, «y no dejaremos de defender lo que hemos votado, esta lucha no ha terminado ni terminará porque no s eme puede negar el derecho a luchar por los derechos de mi pueblo y por los míos propios».
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