Los que se oponen a la secesión siguen siendo el objetivo de la violencia política en Cataluña: el 89% de los casos

Aumenta la coacción entre los independentistas, según un estudio del Observatorio Cívico de la Violencia Política

Mossos d'Esquadra protegiendo la comisaría de la Policía Nacional de vía Layetana de Barcelona, en una de las jornadas violentas de 2021 ABC

Daniel Tercero

«Un año de continuidad, de afianzamiento de un modelo de violencia y odio ideológico asentado», que va vinculado a la actualidad política, con los constitucionalistas como objetivo, la multiplicación del odio por las redes sociales de internet y, superado el punto álgido del 'procés' y las consecuencias de la sentencia del Tribunal Supremo, se centra, ahora, en focalizar su violencia en el ámbito lingüístico. A 'grosso modo', este es el resumen sobre la coacción política en Cataluña que recoge el informe de 2021 elaborado por el Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña.

Actos de violencia política según adscripción ideológica de agresores y víctimas ABC/INFORME

Aunque la violencia política descendió un 7,63% respecto a 2020, se produjo un ligero aumento en proporción en los acosos, las intimidaciones y los señalamientos, y una mayor incidencia de estos en ámbitos relacionados con la educación, según el 'Informe sobre violencia política en Cataluña' dado a conocer este viernes. En total, 351 casos de violencia se registraron en 2021. Casi a un atropello con base política por día. Y, sobre todo, con una pauta muy clara: asentamiento de la hispanofobia y el odio a España y a la lengua española. Los datos no dejan lugar a la duda.

«De los 351 casos constatados, de forma directa o indirecta pueden ser atribuidos a los partidarios de la secesión de Cataluña un total de 312 casos, mientras que a las personas o grupos contrarios a la secesión le es asignado un caso. La posible identidad de los agresores no ha podido ser definida en un total de 38 sucesos. Es decir, el 88,89% de los incidentes han sido provocados por personas o grupos de origen secesionista ( 91,84% en 2020 ), el 0,28 % por personas adscritas al sector contrario a la independencia de Cataluña y un 10,83% de los incidentes no puede ser atribuido a ninguno de estos dos bloques», apunta el informe, coordinado por Carlos Silva y Montserrat Ginés.

La coacción a los partidarios de la secesión asciende a casi el 10% de los casos, cuando en 2020 fue del 6,84%, pero con un apunte no menor: los agresores son en su mayoría también partidarios de la independencia de Cataluña. «Los secesionistas han sufrido el 9,97% de las agresiones, con un 8,54% de incidentes perpetrados por los sectores más radicales del separatismo que reprochan a otros partidos separatistas su pusilanimidad o tibieza», recuerdan los autores del estudio, que con el de 2021 va por su tercera edición anual. «De los 35 casos registrados en este bloque, 30 son imputables a agresores secesionistas, uno a agresores antisecesionistas y cuatro son de origen indeterminado», añaden.

En 261 ocasiones, un 74,35% de los incidentes, las víctimas han sido identificadas como constitucionalistas. Y solo en un caso (0,28%) el agresor a un independentista (un anciano que envió una carta amenazante al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès) ha sido del ámbito antisecesionista.

Incidentes mensuales ABC/INFORME

En base a estos datos, el informe destaca que hay una clara hispanofobia alimentada desde algunos medios y las redes sociales de internet: «El modelo de violencia política y de odio ideológico en Cataluña es un fenómeno que gira en torno a dos grandes ejes. Por un lado, los estallidos de violencia física, real, de mayor o menor intensidad, en sincronía con la actualidad política a lo largo del año. Por otro, el recurrente discurso de odio e hispanofobia en medios de comunicación y redes, que subraya, colabora, complementa, alimenta y sostiene discursivamente la violencia real que se produce en los disturbios callejeros, los ataques a formaciones políticas y el acoso a personas, entidades y autoridades molestos para el secesionismo del poder político».

Esta violencia no es nueva de 2021, año que analiza el informe, o de un mes o momento concreto. Los autores del estudio advierten de que «se trata de un fenómeno sostenido en el tiempo a lo largo del año». Durante todo el periodo analizado «se han producido incidentes con mayor o menor intensidad en todos los meses». Aun así, sí hay puntas temporales de violencia. Si en 2020 fue el mes de octubre el que se llevó los 'honores' de ser el periodo más violento, en 2021 fue el mes de febrero: «Registró los momentos de máxima tensión en las calles, con 72 incidentes, en torno a los graves disturbios tras la condena y encarcelamiento de Pablo Hasél por enaltecimiento del terrorismo e injurias a las instituciones del Estado».

Y tras febrero, el mes de diciembre: «Con 43 incidentes, relacionados en su mayoría con la campaña de acoso a la familia de Canet que reclamaba la aplicación de la resolución judicial sobre el 25 % de clases en castellano». Este, el motivo lingüístico, es un aspecto en el que inciden los firmantes del estudio. «La estrategia de victimización del secesionismo en el futuro próximo: la bandera lingüística», apuntan, pues el 'procés' ha entrado en una fase distinta a la de la agitación callejera.

El 'Informe sobre violencia política en Cataluña' también desglosa las coacciones geográficamente. La violencia política es, esencialmente, « un problema barcelonés». Un comentario que coincide con lo que sucedía en 2020. Barcelona y su provincia siguen siendo la 'zona cero' del independentismo más violento. Esta zona pasa de concentrar un 71,11% de los incidentes localizados de 2020 a un 79,75%.

Incidentes por áreas territoriales ABC/INFORME

El estudio, que detalla el origen ideológico del agresor, pero también el del agredido y los motivos, concreta que las entidades constitucionalistas sufren el 90,91% de los ataques. «Los partidos políticos del arco constitucionalista se llevan la parte del león con un 96,96% de las agresiones y un 100% de agresores secesionistas». La CUP y Junts no han sufrido agresiones; por el contrario, resultan claramente perjudicados por la violencia política Vox, 44,78% del total, y PSC, 37,32%. Por otro lado, de un año a otro se detecta un descenso de las campañas contra el Rey  (de un 39,04% en 2020 a un 10,87% en 2021) y un aumento de los incidentes relacionados con los distintos cuerpos de seguridad (de un 13,09% en 2020 a un 26,08% en 2021).

El Observatorio Cívico de la Violencia Política en Cataluña es un grupo de estudio independiente y sin vinculación partidista, resultado de la colaboración entre la asociación Impulso Ciudadano, entidad constitucionalista comprometida con la defensa y promoción de los valores democráticos, y el Movimiento contra la Intolerancia, organización de derechos humanos especializada en la lucha contra los delitos de odio.

La información para la elaboración del estudio se recopila, tal y como se especifica en el informe, a través del seguimiento detallado de noticias en prensa, medios digitales, redes sociales de internet y comunicaciones de partidos políticos y organizaciones sociales. Además de los dos coordinadores, que son profesores, el informe está elaborado por ocho personas más de distintos ámbitos profesionales, especialmente, del Derecho y la academia.

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