audiencia de barcelona
Juzgan a la cúpula del «CNI catalán» por espiar correos
La Fiscalía pide cuatro años y tres meses de cárcel para dos responsables del Cesicat por revelación de secretos
![La Guardia Civil registró el Cesicat durante la investigación del referéndum ilegal](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/09/21/1401821026-U02123272788BzA-1248x698@abc.jpg)
La Audiencia de Barcelona sienta en el banquillo a la cúpula del extinto Centro de Seguridad de la Información de Cataluña (Cesicat), más conocido como el «CNI catalán», por espiar en 2013 los correos que un excolaborador envió a dos exconsejeros de la Generalitat alertándoles de irregularidades y deficiencias en la ciberseguridad de la institución. La fis cal pide cuatro años y tres meses de cárcel por revelación de secretos para el que era presidente del Cesicat, Carles Flamerich, y para el responsable de incidencias, Xavier Panadero.
Este lunes han declarado en el juicio como testigos los dos exconsejeros que recibieron los correos, Ramon Espadaler y Felip Puig. Este último ha asegurado que el denunciante y excolaborador del Cesicat, A lbert G., llegó a coaccionarle con «Whatsapps» y correos «reiterativos y a veces obsesivos» , pidiéndole una «compensación económica» para no acabar en los tribunales. Los dos exconsejeros pusieron en conocimiento del Cesicat los mensajes que habían recibido del excolaborador en el que este alertaba de supuestas deficiencias de seguridad.
La fiscal acusa a Flamerich y a Panadero de idear un sistema para acceder a los correos que enviaba Albert G. –cuando ya no colaboraba con el Cesicat–, de forma que llegaban a sus legítimos destinatarios de la Generalitat pero también a un buzón que ellos controlaban. Otros testigos, vinculados al Cesicat, han explicado en el juicio que se habían tomado los correos de Albert G. más como «una potencial amenaza» que como «una fuente de información».
El juicio había quedado interrumpido por la pandemia el pasado mes de marzo, y este lunes se ha reanudado con la declaración de media docena de testigos, entre ellos los dos exconsejeros de la Generalitat.
Puig, entonces consejero de Empresa y Empleo, ha sido quien más detalles ha ofrecido, explicando que después de que Albert G. le enviara el primer correo alertándole de las supuestas deficiencias en la ciberseguridad de la Generalitat concertó con él una cita para conocer de primera mano qué es lo que estaba sucediendo. Fue después de ese encuentro cuando Albert G. comenzó a enviarle esos mensajes «repetitivos, y a veces obsesivos» . El exconsejero entendió esas quejas, según ha explicado hoy lunes en juicio, como «cierto resentimiento y descontento» por cuestiones laborales de Albert G. hacia los responsables del Cesicat. «Había insistencia y obsesión, y por eso compartí esta situación con mis colaboradores», ha detallado Puig en el juicio.