El colapso del «procés» allana una fusión fría entre la CUP y comunes
El empresario Jaume Roures patrocina una «FAES» con «cuperos» y el entorno de Ada Colau llamado «Institut Sobiranies»
El colapso del independentismo impulsado desde 2014 por la antigua Convergència, ERC y la CUP está propiciando que los distintos actores del tablero político catalán busquen nuevas parejas de baile para lo que algunos ya denominan «pos-procés». Con un escenario marcado por los efectos sociales y económicos de la pandemia de coronavirus, las formaciones encuadradas en la «izquierda y el catalanismo popular» buscan ahora tejer sinergias y recuperar el acento «social» tras unos años marcados por el «relato» soberanista.
¿Cómo se traduce este viraje en términos prácticos? En un acercamiento entre los comunes de Ada Colau y la CUP, una formación supuestamente de izquierda radical, pero que ha vivido entregada a los brazos de Junts y ERC en los últimos años, ayudando a investir dos presidentes de corte neoconvergente: Carles Puigdemont en 2015 y Quim Torra en 2018. Este cambio de rasante, marcado por un acercamiento entre dos formaciones de tradición marxista pero distanciadas por sus diferentes formas de encarar la cuestión catalana, tendrá como laboratorio un nuevo «think tank» presentado ayer bajo el nombre «Institut Sobiranies» .
Detrás de este nuevo organismo al estilo «FAES» (el espacio de reflexión conservadora y liberal que encabeza el expresidente José María Aznar) están el multimillonario Jaume Roures -dueño de Mediapro-, exdirigentes de la CUP, como su primer diputado en el Parlament, David Fernández, o la fugada Anna Gabriel, y de los comunes, como Xavier Domènech , exlíder del partido de Colau en el Congreso. También participa el anterior número dos de la alcaldesa y ahora secretario primero de la Cámara Baja por Unidas Podemos, Gerardo Pisarello .
Confluir intelectualmente
Desde las entrañas de este nuevo espacio de debate de la izquierda catalanista niegan «trazabilidad orgánica» entre «Sobiranies» y partidos como la CUP y los comunes . No obstante, miembros de su cúpula reconocen que este es un proyecto que ha implicado y animado a decenas de cargos de dos partidos que durante los años más duros del «procés» han protagonizado sonoros enfrentamientos en público y en privado. «Ahora todo se tiene que repensar. Las categorías políticas que hemos usado hasta hoy igual se tienen que cambiar, estamos en un final de ciclo, y en el principio de otro muy potente. Es el fin de un ciclo marcado por el “procés” y el 15-M. Dos vectores que ya no tienen la fuerza que tenían, y quizás, pueden confluir intelectualmente», explicó ayer a ABC un miembro de la dirección del nuevo «think tank».
De cara al público, algunos de los impulsores de la idea hablan directamente de repensar la izquierda para compensar la frustración de parte de la sociedad catalana tras el fracaso del «procés». «La gente se ha movilizado mucho y se ha desesperado al ver que esto no servía para lo que se les había dicho. Al final de un ciclo hay que extraer lecciones y empezar a pensar qué preguntas nos depara la próxima etapa», explicó este sábado en TV3 Quim Arrufat, otro exdirigente de la CUP embarcado en el proyecto.
Dudas y críticas
La puesta en marcha de este espacio de reflexión que podría conducir a una fusión fría entre los comunes de Ada Colau y la CUP -partidos que, sumados, cosecharon más de 520.000 votos y 12 escaños en las últimas autonómicas- ha sido recibido con cierta frialdad por parte de las formaciones hegemónicas del independentismo.
Por el momento, el «Institut Sobiranies» promete organizar cursos, debates y conferencias mientras edita una «revista digital» que en su manifiesto de lanzamiento ya clama contra las «élites» que han «comandado una economía y un estado en fallida» . Asimismo, sus impulsores reivindican fechas simbólicas como el 15-M o los 8-M feministas, así como el «asalto a los cielos» que abanderó Podemos en sus inicios, pero evitan mencionar el referéndum ilegal del 1-O , algo que fue criticado ayer en las redes sociales desde perfiles encuadrados con el independentismo radical.
Preguntados por ABC por el origen de los recursos que sostendrá la iniciativa, sus impulsores prometieron «transparencia y rendición de cuentas». No obstante, dijeron desconocer los fondos aportados por el multimillonario Roures , protagonista a la sombra de varios giros del «procés».
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