El Govern se querella contra Casado por «delitos de incitación al odio y la violencia» tras criticar al «profesorado»

El líder del PP aseguró que en las escuelas no se deja ir al lavabo a los niños que lo piden en español y se les ponen piedras en las mochilas

Pere Aragonès, en el centro, momentos antes de empezar la reunión del Govern, hoy RUBEN MORENO

Daniel Tercero

El Govern catalán ha decidido presentar este lunes una querella ante el Tribunal Supremo contra Pablo Casado, presidente del PP, por las palabras que este pronunció el viernes pasado relacionadas con la enseñanza en Cataluña y otros puntos de España, en las que aseguraba que los niños no podían ir al lavabo si no lo pedían en catalán y que se les ponían piedras en las mochilas, si los niños hablaban en español.

Según ha informado la portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, tras la reunión del Govern, «las palabras de Casado, no solo son falsas, sino que además atacan al conjunto del profesorado» en Cataluña, y la querella se fundamenta en que el líder del PP podría estar cometiendo «delitos de incitación al odio y la violencia», al dar por sentado una prácticas de «la comunidad educativa» que no se ajustan con la realidad.

Plaja ha asegurado que «hay líneas rojas que no se pueden cruzar» y, en su opinión, Casado las ha cruzado acusando al profesorado catalán de cometer delitos. Ante los que crucen estas «líneas rojas», ha añadido la portavoz autonómica, «tendrá al Govern enfrente». La querella del Govern, que Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, apuntó el mismo viernes al anunciar que había puesto a trabajar a los servicios jurídicos de la Generalitat, se suma a la que Junts presentó el fin de semana por el mismo motivo.

Respecto al fondo de las palabras de Casado, si bien no constan denuncias recientes sobre las acusaciones que el líder del PP aseguró la semana pasada, sí hubo en 2008 el caso de una monitora de comedor de una escuela catalana que denunció (según publicó entonces 'El Mundo') que le habían dado órdenes para hacer oídos sordos si los niños les pedían «más pan, agua o ir a hacer pis» en español. Por otro lado, en 1997 (según publicó 'El País'), niños de una colonia veraniega vasca fueron obligados a cargar piedras por hablar entre si en castellano.

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