El Govern carga contra Borrell al creer que este comparó la huída de Puigdemont con la situación de Zelenski
Catalunya Ràdio se suma a criticar al dirigente de la UE ignorando que Yanukóvich salió en coche del aeropuerto de Donetsk
Estos son los países que están recibiendo un tsunami de refugiados ucranianos
El Govern catalán, por boca de su portavoz, Patrícia Plaja, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y algunos medios, públicos y privados, han protagonizado en las últimas 24 horas un caso curioso, calificado por algunos diputados de la oposición en el Parlamento catalán como una forma de alimentar el odio, al responder a Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, por una comparación que este hizo en relación al presidente de Ucrania y que el nacionalismo catalán ha creído que era con el expresidente catalán fugado de la Justicia.
«Hay una guerra abierta en Europa y Josep Borrell, el representante de la Unión Europea para los asuntos exteriores y política de seguridad de la Unión Europea, tiene tiempo para hacer bromas internas que, no es que solo le hagan gracia a él, sino que buscan ofender a miles de catalanes, como ya ha hecho en ocasiones anteriores. (...) El señor Borrell demuestra una vez más que él si que no da la talla como representante de la Unión Europea en momentos de extrema dificultad. (...) Sus palabras, una vez más, le descalifican y dan vergüenza», ha dicho Plaja, este martes, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern.
¿A qué palabras de Borrell se ha referido Plaja? A las pronuncias por Borrell, este lunes, durante la rueda de prensa tras la reunión de los ministros de Defensa de la Unión Europea (UE) para tratar las ayudas militares europeas al Gobierno de Ucrania, presidido por Volodímir Zelenski, y que resiste el ataque del Ejército ruso desde hace seis días. Así, Borrell, poniendo en valor la defensa de Kiev, señaló que: «Gracias a Dios, Zelenski no es el tipo de líder que huye escondido en un coche. Él se quedará allí, resistiendo. Le hemos de dar apoyo».
De esta manera, Borrell diferenciaba la actitud de Zelenski con la de Víctor Yanukóvich. El segundo fue presidente de Ucrania entre 2010 y 2014, se manifestó a favor de unir lazos con Rusia y tuvo que abandonar el poder tras las manifestaciones del Maidán y la revolución naranja, que defendían una posición política de Ucrania más cercana a Europa. Yanukóvich intentó salir del país en avión (en Donetsk), tras las revueltas, y acabó, finalmente, por huir en un coche del aeropuerto. Fue en 2014 y así informaron de ello, entonces, los medios de comunicación.
«Un baño de sangre»
Sin embargo, tanto Plaja, en nombre del Govern, como el propio Puigdemont han interpretado las palabras de Borrell como una referencia a la salida de España del expresidente autonómico catalán, que lo hizo en un coche en 2017, tras proclamar la independencia de Cataluña y una vez que se activaron las medidas adoptadas por el Senado en base al artículo 155 de la Constitución, que básicamente consistieron en destituir al Govern y convocar elecciones.
Además de la portavoz, el propio Puigdemont respondió por Twitter, anoche, a la supuesta apelación directa de Borrell. El eurodiputado, que sigue fugado de la Justicia española y ha sido detenido varias veces en Alemania e Italia, desmintió que hubiera salido de España en el maletero de un coche, aunque el Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad no dijo nada sobre ningún maletero de vehículo alguno en su intervención.
Com que molts interpreten que @JosepBorrellF m’ha al·ludit, voldria precisar uns quants punts. Ho faig a contracor, perquè en aquests moments tan tràgics per Ucraïna l’últim que cal és que la UE tingui representants tan irresponsables. Però em sento en l’obligació de fer-ho.
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) February 28, 2022
Puigdemont sugirió, igualmente, que a Borrell le hubiera gustado «un baño de sangre» el 1-O: «No tenía ninguna duda que el ataque del Estado español contra los catalanes que celebramos el referéndum de independencia el 1 de octubre de 2017 de manera pacífica era propio de un Estado autoritario. Parece que alguno lamenta que en Barcelona no hubiera un baño de sangre. Esto es muy serio». También Jaume Giró, consejero catalán de Economía y Hacienda, confundió la comparación y pidió la dimisión de Borrell.
Siguiendo esta línea, medios como Catalunya Ràdio, la radio pública de la Generalitat, y 'La Vanguardia' se han lanzado este martes a criticar a Borrell por sus palabras, interpretadas en la misma dirección que Puigdemont, ayer, y Plaja, hoy. Laura Rosel, directora y presentadora del programa matinal de Catalunya Ràdio, ha dicho en su editorial que Borrell «demuestra que el cargo le va grande», que practica una «diplomacia de mal gusto» y que «mea fuera del tiesto» mientras Europa entra en guerra. Por su parte, el diario del grupo Godó le ha dedicado un semáforo rojo editorial al dirigente político español representante de la UE al que le reprocha no haber estado «acertado».
Junqueras compara España con Rusia
Se da la circunstancia que hace solo unos días, la semana pasada, Oriol Junqueras, presidente de ERC, equiparó la práctica política de Vladimir Putin, presidente de Rusia, con el PP y Vox, a los que igualó con Putin por sus destrezas «autoritarias» y hábitos de «corrupción». Junqueras hizo esta comparación durante la rueda de prensa posterior al encuentro que mantuvo en Barcelona con Arnaldo Otegi. Al arrancar la rueda de prensa, Junqueras definió como «agresión» la invasión de Ucrania por parte de Rusia y dijo que «una vez más, un Estado violenta los derechos humanos de la población civil, en este caso del pueblo ucraniano».
Y añadió, ya habiendo empezado la guerra: «¿Qué haría Ucrania encantada si tuviera la oportunidad? Sentarse en una mesa de negociación, ¿no? ¿Y cuál es el problema de la mesa de negociación? ¿Que los ucranianos no se quieren sentar o que hay una agresión exterior por parte de un Estado que quiere imponerse y que está condicionado por sus tentaciones autoritarias internas? Pues en nuestro caso, tres cuartos de lo mismo».