La Generalitat investiga 33 actuaciones de los Mossos en las protestas violentas secesionistas

ERC y JpC chocan de nuevo en el Parlamento catalán por la actuación policial contra los radicales independentistas

El consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha comparecido este miércoles en el Parlament EFE

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El consejero de Interior parecía resistirse a desvelar la cifra, y tampoco la oposición hacía muchos esfuerzos para averiguarla. Habían transcurrido ya más de dos horas de comisión cuando, por fin, Miquel Buch la puso sobre la mesa: el Govern de la Generalitat investiga ya un total de 33 actuaciones de supuesta «mala praxis» de agentes de los Mossos d’Esquadra en los operativos para atajar las violentas manifestaciones secesionistas tras la sentencia contra los líderes del «procés».

El consejero ha comparecido hoy miércoles, a petición propia, ante la comisión de Interior del Parlamento catalán para dar explicaciones de aquellas actuaciones contra los radicales separatistas que, sobre todo en la ciudad de Barcelona, protagonizaron los actos callejeros más violentos que el cuerpo policial recuerda desde que hace 25 años asumieron la competencias de orden público en Cataluña.

«A esta violencia no estamos acostumbrados» , ha repetido Buch. Por eso los Mossos necesitaron poner en marcha –con la colaboración de la Policía Nacional y de la Guardia Civil– su mayor operativo en el que los agentes actuaron con «profesionalidad». Y por eso también, según ha justificado el consejero, su departamento está emprendiendo la mayor auditoría interna para escudriñar «cuidadosamente» si el diseño de los operativos fue el correcto, y si lo fueron las órdenes que se dieron, los recursos materiales empleados y las acciones concretas de los agentes.

En este sentido, Buch ha elevado a 33 –en sus anteriores comparecencias hablaba de 15– las actuaciones bajo sospecha donde los agentes podrían haberse extralimitado. «No es una caza de brujas, es analizar lo que se ha hecho» , ha defendido el consejero ante, sobre todo, las críticas del PP y de Ciudadanos, que le han acusado de querer «purgar» a los agentes. Si hubo conductas ilícitas, ha insistido Buch, se abrirán los expedientes pertinentes.

La comparecencia de Buch y las intervenciones de los grupos parlamentarios sobre los dispositivos policiales no han dado mucho más de sí. Si acaso, otra cifra que confirma cuál era el afán de los radicales que aquellos días sembraron el caos en las calles: los Mossos intentaron 84 acciones de mediación con los radicales durante la protestas, pero acabaron en saco roto. Agresiones a los agentes –incluso con ácido, confirmó Buch–; mobiliario urbano arrasado y barricadas fueron eran la respuesta constante que los agentes se encontraban.

Y lo cierto es que, bien por que el consejero no tenía a mano algunos de los datos que la oposición le reclamaba, bien porque el posicionamiento de los grupos era previsible, la comisión de Interior no ha servido para mucho más. Han quedado de nuevo plasmadas, en todo caso, las diferencias de criterio sobre la actuación policial contra la violencia callejera postsentencia entre los dos socios de Govern, ERC y JpC, al que pertenece Buch. Y es que los portavoces republicanos han criticado con dureza «el uso desproporcionado de las porras», que les dejó «perplejos», una idea que también compartían los diputados de la CUP y los comunes.

Mientras, desde las filas de los conservadores secesionistas han tratado de cerrar filas con el consejero . El PSC, por su parte, se ha centrado en lamentar la falta de recursos humanos y materiales de los Mossos para afrontar esas situaciones de «extrema violencia».

Dimisión del exdirector de Mossos

Otro de los asuntos tratados en la comisión de Interior ha sido la dimisión un día antes del segundo aniversario del 1-O del entonces director general de los Mossos, Andreu Joan Martínez. Buch ha insistido en que n o hubo ningún tipo de presión para que diera el paso de dimitir . Ha reiterado que Martínez dejó el cargo por motivos personales y que a él no le quedó más remedio que aceptar la renuncia. El consejero ha reconocido también el trabajo que había hecho y ha agradecido el compromiso de Pere Ferrer, su sucesor, por asumir el encargo «en estos tiempos difíciles y convulsos».

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