Forcadell y Vila pasaban por ahí: la estrategia escapista de los líderes del «procés»
El exconsejero dice que nunca quiso la «unilateralidad», y la expresidenta de la Cámara que no tenía «ningún poder»
La expresidenta del Parlamento catalán encarcelada por el procés, Carme Forcadell, y el exconsejero Santi Vila , en libertad con cargos por la misma causa, han coincidido en sus respectivos escritos de defensa ante el Tribunal Supremo que ellos no participaron en la organización del referéndum independentista ilegal del 1-O.
El exconsejero, hombre de confianza de Carles Puigdemont, pero que dimitió un día antes de la declaración secesionista del 27 de octubre de 2017, explica en su escrito que, cuando el Tribunal Constitucional suspendió la consulta secesionista, dio «órdenes expresas» a su departamento para que no se autorizase «ninguna contratación, gasto o pago público» relacionado con la misma. En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso ABC, Vila insiste en que todas las partidas para ese fin quedaron en suspenso.
En un escrito de defensa mucho menos politizado que los de la mayoría de sus excompañeros de Govern, Vila alega que siempre fue partidario de «promover acciones políticas de consenso, contrarias a estrategias unilaterales». «Fue ese diario político basado en el diálogo el que siempre guió su actuación, en la creencia de que toda la acción política que el Gobierno de Cataluña estaba llevando a cabo fue para dar cumplimiento a un compromiso adquirido y respuesta al sentimiento ciudadano existente », añaden en el escrito sus abogados, Pau Molins y Joan Segarra. Añaden que tenía el convencimiento de que «se encontraría una solución política dialogada al conflicto surgido entre ambos gobiernos, el autonómico y el estatal».
Carme Forcadell , al igual que Vila se ha desvinculado ante el Supremo de la organización del 1-O. Alega en su escrito que no participó en la decisión de convocarlo ni en su organización, ni tampoco en la aprobación de la declaración de independencia (DUI). También argumenta que cuando el 6 y 7 de septiembre de 2017 los grupos de JpS y la CUP pidieron modificar el orden del día del pleno para votar las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica, ella no tenía «ningún poder» sobre su tramitación. La presidenta, según el escrito de su abogada, Olga Ardediu, estaba «obligada» a proseguir con la tramitación. Tanto Forcadell como Vila piden su absolución.
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