corrupción
El fiscal pide que Gordó declare por el 3 % de Convergència tras delatarlo el extesorero
Dice que la confesión de Osàcar confirma que el exconsejero ideó el sistema del partido para el blanqueo

Solo dos días después de que el arrepentido extesorero de Convergència Daniel Osàcar señalase al exconsejero de Justicia de la Generalitat Germà Gordó como máximo responsable del blanqueo de capitales del partido, la Fiscalía Anticorrupción ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que lo cite como imputado. En un escrito al que ha tenido acceso ABC, el fiscal José Grinda ha argumentado que ese interrogatorio a Osàcar, como investigado en una pieza del caso 3 % convergente, confirma que ese sistema para el blanqueo de capitales «fue ideado» por Gordó y se puso en práctica entre 2009 y 2010, cuando él era gerente de la formación.
Osàcar también dijo que lo lógico es que Artur Mas conociese ese «modus operandi» delictivo , pues en aquellas fechas, aunque todavía no era presidente de la Generalitat, sí que era ya secretario general de CDC. Como tal, Gordó despachaba casi a diario con Mas, con lo que, según aventuró Osàcar ante el juez, lo más normal es que estuviera al tanto de todas esas maniobras. Fuentes judiciales han explicado a ABC que es más que probable que el juez De la Mata acabe llamando a declarar a Gordó como investigado tras las duras acusaciones vertidas por el extesorero. La citación de Mas, por ahora, parece bastante lejana , ya que Osàcar no acabó de implicarle en la trama, pues se limitó a «suponer» que Mas como líder del partido debería de estar enterado de las maniobras.
La declaración de Osàcar que ha precipitado los acontecimientos se produjo en el marco de un interrogatorio como imputado en una pieza del caso 3 %, centrada específicamente en investigar si el partido blanqueó capitales con un sistema de «pitufeo» con dinero procedente de comisiones ilegales cobradas a empresas a cambio de adjudicaciones de obras públicas. Osàcar, de 85 años, que cumple condena por el caso Palau, ha cambiado de estrategia, y, tras décadas de silencio, y con un complicado horizonte judicial, ha empezado a tirar de la manta. Queda por ver hasta dónde llega.