El exconsejero catalán Alfred Bosch (ERC) conocía y calló ante capítulos de acoso sexual en su departamento

Según una investigación interna de la Generalitat, el consejero estaban al tanto de la situación, que acabó con su dimisión

Bosch y el vicepresidente catalán Pere Aragonès, en una imagen de archivo EFE

M. Vera

El pasado mes de marzo dimitió el consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, Alfred Bosch (ERC). ¿El motivo? Haber conocido, tolerado e intentado encubrir a su jefe de Gabinete, Carles Garcias, cuando fue señalado como autor de varios capítulos de acoso sexual a trabajadoras de la consejería. Aunque desde un primer momento Bosch defendió que no conocía las prácticas de su «número dos», una investigación interna del Govern conocida hoy afirma que sí estaba al tanto y que no hizo nada para evitarlo.

El informe -realizado por la inspección interna del departamento de Función Pública, en manos de Junts, y avanzado por el diario ARA - concluye que aunque Bosch conocían los hechos, no activó el protocolo de la Generalitat contra el acoso sexual. Dicha omisión supondría «una vulneración de los principios éticos y las reglas de conducta de los altos cargos», afirma el documento. Por ello, desde Función Pública plantean que sean sancionado por el Gov ern , sin detallar de qué manera. Para más inri, en el propio informe de la inspección se apunta que tanto el exconsejero como su exsecretaria general de Exteriores Mercè Salvat tenían conocimiento de los hechos y omitieron el deber de activar el protocolo para la protección «efectiva» de las víctimas.

Las conclusiones de la investigación, que han sido trasladadas al consejo de gobierno de Quim Torra celebrado este jueves, señalan que la conducta del exjefe de gabinete de Bosch podrían ser constitutiva de acoso sexual, algo tipificado como una falta disciplinaria «muy grave o grave». Con todo, reconocen que su cese impide que se le puedan exigir responsabilidades desde la propia administración -sólo se le podría sancionar si volviera a trabajar en ella-. En el informe tampoco se prevé recurrir a la vía judicial.

Durante la investigación conocida este jueves han sido varias las personas vinculadas al caso que han preferido por no colaborar , un silencio que ha dejado muchas de las preguntas sin responder. Desde Función Pública, además, se cuestiona que ERC decidiera abrir una investigación propia cuando le empezaron a llegar las denuncias, sin activar en ningún momento los mecanismos previstos por el ejecutivo catalán. En su día, el defenestrado Bosch negó en sede parlamentaria que tuviera constancia de que su exjefe de gabinete podría estar acosando a otras trabajadoras cuando le cesó pocos meses antes de que se hiciera público el caso. Según dijo, le fulminó por el «trato duro» que dispensaba a sus trabajadores.

Este jueves la consejera de la Presidencia y portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó , no ha profundidazo en esta cuestión y se ha limitado a confirmar que el ejecutivo autonómico no descarta tomar medidas contra el exconsejero, hoy retirado de la vida pública. «En las próximas semanas se decidirá si se incoa o no un expediente sancionador», ha señalado en una rueda de prensa celebrada tras la reunión semanal del Govern.

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