Las elecciones del Consell de la República laminan a Puigdemont
La participación en los comicios representa el 1,6% del electorado soberanista del 14-F
![Puigdemont, en un acto reciente del Consell](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/11/03/JBA-2376-scaled-kX7F--1200x630@abc.jpg)
El proceso electoral celebrado este mes de octubre en el ‘ Consell per la República ’ acabó el domingo con un resultado poco esperanzador para Carles Puigdemont . Tal y como se esperaba, el líder de Junts fue el nombre más votado en esta suerte de elecciones organizadas para reorganizar el funcionamiento de la entidad, no obstante, los comicios no han reforzado la primacía del líder de posconvergente al frente del ‘procés’ ni han reafirmado el peso de su último aparato político, casi ignorado por el independentismo en su conjunto.
En cuanto a participación, el balance del proceso para elegir la ‘Asamblea de representantes’ del Consell tampoco es especialmente bueno. Según cifras de la propia entidad, votó el 26% del censo, un total de 22.584 personas . Esa cifra es bastante baja si se compara con la participación en otros procesos similares organizados recientemente en patronales o partidos políticos catalanes. Sin ir más lejos, las últimas primarias de Junts per Catalunya, el partido del propio expresidente, lograron una participación de más del 70% para elegir la candidatura para el 14-F. Asimismo, en las últimas elecciones a la patronal catalana de la pequeña y mediana empresa Pimec la participación fue de más del 40%.
La pobre movilización de los comicios del Consell también pone en entredicho su supuesta representatividad como órgano aglutinador del ‘procés’ en su conjunto. No en vano, los 22.584 votantes que ha atraído Puigdemont a su último proyecto político apenas representan el únicamente 1,65% del total de catalanes que votaron formaciones independentistas con presencia en el Parlament en las elecciones del 14 de febrero, en total, más de 1,3 millones de papeletas de ERC, Junts y la CUP.
El ascenso de Ponsatí
En el plano particular, las elecciones a la asamblea del Consell, que tendrá 121 miembros , suponen otros dos problemas para Puigdemont. Por un lado, su figura no queda especialmente reforzada, ya que ganó con una diferencia mínima de menos de 500 votos con respecto al segundo nombre más votado, el de la también eurodiputada de Junts Clara Ponsatí. La exconsejera de Educación durante el 1-O se ha alzado en los últimos tiempos como un ‘verso libre’ que, poco a poco, va ganando peso específico en el microcosmos de un ‘puigdemontismo’ cada vez más residual.
Paralelamente, la «transversalidad» que reivindica el Consell per la República más allá de los partidos y entidades soberanistas también queda en el aire al consolidarse como un espacio casi completamente dominado por Junts. No en vano, treinta de los cuarenta escaños para ‘cargos electos’ de esta suerte de ‘parlamento paralelo’ están en manos de diputados, concejales, senadores o representantes de la formación posconvergente. Los diez restantes quedaron repartidas entre ERC, la CUP y pequeñas formaciones secesionistas como Demòcrates o Primàries.
A pesar de este panorama, la lectura que hicieron los responsables del Consell per la República tras conocer los resultados del domingo fue triunfalista. Puigdemont calificó de éxito el funcionamiento de los comicios y reivindicó la «radicalidad democrática» de los mismos. «Este proceso sirve para continuar empoderando a la gente», destacó tras afirmar que la experiencia de las elecciones digitales del Consell podría trasladarse «a gran escala». «El Estado catalán no puede ser una copia ni tener inspiración en el modelo español», resumió en una comparecencia telemática en la que, no obstante, evitó analizar la participación y los resultados de sus particulares ‘elecciones belgas’.