Chacón, un paso al lado de la política que aspiró a todo

La turbulenta relación con el PSOE, por no hablar del PSC, han marcado la trayectoria política de la exministra de Defensa

Chacón, embarazada, pasando revista a las tropas españolas en Herat, Afganistán EFE

À. GUBERN

Cabeza de lista en los mejores resultados, y también en los peores, cosechados nunca por el PSC en unas generales en Barcelona, Carme Chacón (Esplugues de Llobregat, 1971) renuncia a repetir como candidata tras constatar, además de las razones personales alegadas, que una parte muy importante del PSC prefiere verla fuera. Quien había aspirado a todo dentro del PSOE da un paso atrás que, fuentes socialistas, advirten de que quizás solo se trate de un paso al lado, a la espera de conocer qué sucede con Pedro Sánchez tras las elecciones de junio.

A Chacón siempre se le recordará por aquella instantánea en la que, embarazada, pasó revista a una compañía del Ejército en su etapa como ministra de Defensa (2008-2011), quizás el ejemplo más notorio de la política de espectáculo, gaseosa, que se le reprochó a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Antes de titular de Defensa lo fue de Vivienda durante un año, etapa en la que coincidió con su matrimonio con el periodista Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación con Zapatero, y al que muchos han señalado como el urdidor en la sombra de todos los movimientos de Chacón para postularse como líder del PSOE.

Militante del PSC, pero siempre con un pie en Madrid, la estrella de Chacón comenzó a apagarse en la convulsa etapa para elegir sucesor a Zapatero al frente de la secretaría general del PSOE. En 2011, dos días antes de celebrarse la votación, Chacón anunciaba con gran efecto dramático que renunciaba a su candidatura a relevar a Zapatero como candidato a las elecciones generales, dejando el camino franco a Alfredo Pérez Rubalcaba. Meses después, sin embargo, disputó a éste la secretaria general del PSOE en un congreso en el filo de la navaja en el que perdió por apenas 22 votos.

A la espera de qué sucede el 26-J

En segundo plano desde entonces, renunció al acta de diputada en 2013, pero no a su capacidad de intrigar, denuncian sus críticos. Superado ya su "año de retiro" como profesora de relaciones internacionales en Miami, Carme Chacón no se aparta de la actividad política. Si no renuncia a su puesto como responsable de Exteriores en la ejecutiva , volverá a estar, como parte activa si quisiese, en el incierto escenario que se abriría en el PSOE en caso de que Pedro Sánchez no consiguiese hacerse con la presidencia del Gobierno tras el 26-J. De fondo, la figura de la lideresa del socialismo andaluz, Susana Díaz.

Si convulsa ha sido su relación con el PSOE, aún más lo ha sido con el partido en el que milita, el PSC, formación que parecía quedársele pequeño a quien quiso serlo todo en socialismo español. Las maneras con las que vetó a Pere Navarro de las listas en las generales de diciembre -aduciendo que su presencia era incompatible con la apuesta en su momento por el decrecho a decidir-, no han sido perdonadas. Chacón, en parte también viendo venir lo que podría ser un resultado aún peor del que obtuvo el partido en diciembre, da un paso al lado.

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