Celebrar la Constitución en el manicomio catalán
Ramón de España, Pablo Planas y Pau Guix glosan, con humor, la Carta Magna
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Miriam Tey, corazón palpitante del CLAC (Centro Libre de Arte y Cultura), observaba satisfecha la sala del Reial Cercle Artístic: lleno total. En el escenario, una barra con un barman -el notario Pau Guix- y dos parroquianos o sospechosos habituales: el periodista Pablo Planas y Ramón de España, escritor y cáustico analista del derecho a delirar autóctono.
En el patio de butacas media docena de mesas, cual café concierto, para tomarse algo y hablar de la Constitución, ese texto que nos permite ejercer nuestros derechos democráticos y que la izquierda más obtusa y el separatismo denostan con gracia desigual: «Te dan a entender que los padres de la Constitución la redactaron con un Cetme en la sien», ironizó De España.
Y es que, ahora y aquí, mentar la Carta Magna es transgresión pura, que es lo que pretende el CLAC. En 1978 un Ramón de España aficionado a los bares, el cómic y los héroes de Bowie & Eno, la votó afirmativamente: «Sobre todo, para llevar la contraria a mi señor padre, un adepto a la democracia orgánica de aquel Movimiento Nacional que no se movía nada. También fue culpa de mi padre que me pasara un montón de años votando al PSC...».
Librito constitucional en mano, Pablo Planas sometió a un tercer grado a su contertulio. Que si este artículo, que si este otro, que si los nombres de los ponentes constitucionales... Y Ramón de España se enrocó en lo más humorístico del articulado: todo español tiene derecho a una vivienda digna... Tras desmentir que hubiera estudiado derecho canónico en la universidad de Maguncia, agradeció que no se mencionara la felicidad que Joan Saura pretendía inocular al Estatut. «La de Cádiz hablaba de la felicidad de la Nación», recordó un Planas entusiasta de La Pepa. Guix cifró con eufónica voz los votantes catalanes del 6-D del 78: casi tres millones, de los cuales dos millones setecientos mil a favor. «Setecientos mil más que Junts pel Sí y la CUP el 27-S», puntualizó Planas. «Y eso que con la República Catalana había helado de postre», advirtió Guix. «Y derecho de voto a partir de los doce años. Es como votar a Santa Claus y poner a los renos de consellers», remató de España.
¿Monarquía o república? «Depende del monarca o de la república», terció de España: «¿Felipe VI o Nicolás Maduro? Somos el único país que va a las manifestaciones con una bandera que no es». Planas recitó la topografía republicana de Heribert Barrera, que incluía a Corea del Norte. De España evocó admirativo una frase de aquel prócer: «Todo Estado tiene derecho a defensar-se».
Alguien dijo que Artur «el Astut» andaba por la sala... pero era otro que se le parecía. Si Agustí Colomines asegura que el CNI se ha infiltrado en la CUP, todo es posible en el manicomio catalán.