Boya deja la CUP porque no hay «reparación colectiva» de su caso pese a que el partido admite que sufrió «violencia machista»
La formación independentista reconoció en enero que la ex diputada había sido víctima de acoso por parte de un compañero de militancia
![Mireia Boya, en una imagen de febrero de 2018, a su llegada al Tribunal Supremo para declarar por su implicación en el 'procés'](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2022/06/16/image-U47335714210yvF-1248x698@abc.png)
La ex diputada de la CUP Mireia Boya ha anunciado que se da de baja de la formación independentista porque la dirección no ha asumido una «reparación colectiva y de acompañamiento» con ella después de reconocer que sufrió «violencia machista» por parte de un compañero. Boya ha informado de su decisión en un comunicado en las redes sociales de internet reconociendo que el espacio ideológico de la CUP es el suyo pero no «la organización» que no es, en su opinión, valiente.
Avui és un dia trist, m’he donat de baixa de la CUP per com ha acabat el meu cas. Les violències masclistes són personals i col·lectives alhora, la reparació també ho ha de ser. Les dones, sempre al centre. Aquí us ho explico. pic.twitter.com/H48tEEgH8z
— Mireia Boya Busquet (@yeyaboya) June 15, 2022
En enero, la CUP dio por cerrado su caso después de que Boya denunciara ante la comisión de agresiones machistas del partido, en febrero de 2020, acoso por parte de un miembro del Secretariado Nacional. El partido le dio la razón, el acusado reconoció «la violencia machista ejercida», ha señalado la ex diputada, así como «el dolor que me causó a mí y a otras compañeras». Además, en una carta privada enviada a Boya, el acusado «lamenta» este dolor y es la prueba «incontestable» de que «los hechos pasaron tal y como lo expliqué».
Sin embargo, no ha sido suficiente. Boya se ha dado de baja de la CUP porque «la reparación» también «ha de ser colectiva», en su opinión. «Porque las agresiones machistas lo son (colectivas)», ha indicado. La ex diputada ha lamentado que «la gestión inicial de la denuncia que se hizo desde la organización no me puso en el centro» y se dudó de ella, ha recordado. «Sentí que pasaba por mentirosa, por exagerada, por interesada», ha añadido, a la vez que ha valorado positivamente la «terapia psicológica» que se ha pagado y no le ofreció la CUP.