Borrell plantea dar la batalla contra las «fake news» de los independentistas y sin verles «superioridad moral»

Sobre la negociación con Torra: «Hay que bajar la tensión para intentar encontrar la solución a problemas reales»

Josep Borrell, hoy, durante su intervención en el foro de SCC ABC

D. TERCERO

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, ha señalado, este domingo, que los constitucionalistas no tienen que «reconocer ninguna superioridad moral a los que defienden la independencia de Cataluña» y ha indicado que los partidarios de la unidad de España tienen que «hacer un esfuerzo para explicar las cosas como son».

Durante la clausura de las jornadas de verano organizadas por Societat Civil Catalana (SCC), bajo el título de «La democracia constitucional en el siglo XXI», Borrell ha defendido el diálogo abierto por el Gobierno de Pedro Sánchez con la Generalitat en manos de Quim Torra, pero ha desmontado todas «las fake news» que se utilizan desde el ámbito secesionista.

Así, Borrell ha negado que Cataluña tenga un déficit fiscal de 16.000 millones de euros, que exista el derecho a la autodeterminación para la comunidad catalana (que no está amparado a nivel internacional, ni en Canadá ni en el Reino Unido) y que España sea un país con bajos niveles democráticos, para lo que ha citado diversos índices que miden los sistemas de democracia en el mundo, en los que España aparece entre los mejores países y, en ocasiones, por delante de EE.UU., Francia o Italia. «No tenemos que dejar que nos coman el coco con lo de que España es un país represivo donde las libertades no funcionan», ha añadido.

«Hay que bajar la tensión»

Sobre la situación creada tras la decisión de un tribunal regional alemán, que no acepta extraditar a Carles Puigdemont por rebelión, el ministro ha defendido el modelo de las euroórdenes: «No tiremos por la ventana una cosa tan importante como es la euroorden, que sirve para aplicar códigos penales que son muy diferentes»; y ha recordado que es un sistema entre jueces y no entre Gobiernos .

Borrell, además, ha valorado positivamente el inicio del diálogo abierto entre el Gobierno y la Generalitat. «Hay que bajar la tensión para intentar encontrar la solución a problemas reales. Esto es lo que se ha propuesto el nuevo Gobierno de España y es lo que ha empezado a hacer. Trabajar sobre lo concreto. Y, en esto, SCC ha hecho una contribución muy importante, porque hay problemas reales que se han dejado pudrir demasiados años», ha añadido.

En este sentido, ha recordado que «dialogar no significa aceptar los planteamientos de la otra parte» y ha zanjado cualquier posibilidad de que el Gobierno ceda ante las pretensiones de los partidos independentistas en relación a la celebración de un referéndum de independencia: «Los referéndums dividen, no son la forma de encontrar una solución».

Finalmente, antes de su conferencia y en declaraciones a los medios de comunicación, respecto a la manifestación independentista celebrada ayer en Barcelona, el ministro ha dicho que entiende que los que han votado a formaciones secesionistas «manifiesten su sentimiento», ya que es «comprensible y lógico» pues sus líderes están en prisión preventiva.

«El principio del fin del proceso»

Por su parte, José Rosiñol, presidente de SCC, ha dicho que, desde su punto de vista, «el proceso secesionista ha fracasado» porque en las elecciones del 21 de diciembre las opciones de secesión se quedaron en el 47 % de los votos. «Fue el principio del fin del proceso independentista», ha añadido.

En este sentido, Rosiñol, quien ha intervenido poco antes de Borrell, ha situado a SCC en la defensa de «la Cataluña plural», una Cataluña de «todos, sin catalanes de primera y de segunda».

En las jornadas de SCC, durante tres días, han participado además, entre otros, Sergi Doria (escritor y colaborador de ABC), José María Marco (historiador), Félix Ovejero (profesor universitario), Alfons López Tena (exdiputado autonómico de Solidaritat per la Indepedència), Enric Millo (exdelegado del Gobierno en Cataluña), Jordi Cañas (exdiputado autonómico de Cs), Joaquim Coll (historiador) y Josep Piqué (exministro con José María Aznar).

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