Aragonès pierde la segunda votación de investidura y se pone en marcha el reloj para la repetición electoral

Hoy, como el viernes, el candidato de ERC solo consigue el apoyo de su partido político y la CUP, 42 diputados de 135

Si el próximo 26 de mayo no hay nuevo presidente de la Generalitat, se convocará elecciones automáticamente para julio

Pere Aragonès y su esposa, Janina Juli Pujol, hoy, entrando en el Parlamento de Cataluña INÉS BAUCELLS | Vídeo: Junts niega que quiera imponer tutela a Aragonès EP

Miquel Vera / Daniel Tercero

Cuenta atrás para unas nuevas elecciones. Pere Aragonès (ERC) tiene dos meses de plazo para convencer a Junts de que formen un nuevo gobierno antes de fijar la fecha de otros comicios autonómicos. Este martes, el candidato Aragonès ha vuelto a quedarse sin el respaldo suficiente para ser elegido presidente de la Generalitat de Cataluña. Como el viernes , solo ha conseguido 42 votos, los 33 de ERC más los 9 de la CUP. Los 32 diputados de Junts se han abstenido. Y el resto de grupos, que suman 61 escaños, han votado en contra.

Aragonès ha defendido, este martes, la puesta en marcha de una «Generalitat republicana» y el acuerdo con la CUP; y ha exigido a Junts que le apoye para seguir gobernando como llevan haciendo en los últimos años. En esta línea, el líder de ERC ha reclamado autonomía para el presidente de la Generalitat, al margen de las «tutelas» que quiere imponer el Consell per la República que controla Carles Puigdemont desde Bélgica, uno de los escollos en la negociación con Junts.

Por su parte, Gemma Geis (Junts) ha rechazado que Puigdemont quiera controlar la Generalitat desde fuera y ha criticado el acuerdo entre ERC y la CUP , que vincula al próximo gobierno autonómico. Otra de las exigencias de Junts, para firmar un acuerdo de legislatura e investidura con Aragonès, es que los dos grupos actúen sin discrepancias en el Congreso. Una petición, esta última, que en ERC no están dispuestos a aceptar. Aunque todavía no hay acuerdo entre los dos grupos, Geis ha reconocido que están más cerca de su sí que el viernes.

Con la abstención de Junts, los 61 votos de la oposición (PSC, Vox, ECP, Cs y PP) han sido suficientes para tumbar la investidura de Aragonès. En líneas generales, los líderes de los grupos que han votado en contra del líder de ERC le han reprochado, entre otras cosas, que esté aceptando «la humillación» que, en su opinión, supone que Junts se abstenga mientras gobiernan en funciones actualmente. Una «humillación» que para Salvador Illa (PSC) y Alejandro Fernández (PP), por ejemplo, supone el inicio de una legislatura fracasada.

A partir de ahora, empieza a correr el reloj para una repetición electoral. Si el próximo 26 de mayo no hay un nuevo presidente de la Generalitat investido en el Parlamento de Cataluña, se convocarán automáticamente las elecciones para mediados de julio. Dos meses. Ese es el plazo que tiene Aragonès para convencer a Junts. En público, desde el partido de Puigdemont se dice y se repite que no jugarán con unas nuevas elecciones ni exigirán un cambio de candidato de ERC.

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