Aragonès ofrece a los comunes negociar las cuentas y rechaza «cambiar el rumbo» para incorporar al PSC
Responde a Illa: «Trabajaré para que la mayoría independentista sea la base para aprobar los presupuestos»
Los presupuestos de la Generalitat de Cataluña para el año 2022 han centrado las preguntas a Pere Aragonès en la sesión de control celebrada este miércoles en el Parlamento autonómico. Tras el anuncio de la CUP, grupo que ayer avanzó que presentará una enmienda a la totalidad al proyecto del Govern, Salvador Illa (PSC) ha pedido hoy una reunión con el presidente de la Generalitat «para desbloquear la negociación». La respuesta de Aragonès ha sido la de abrir la puerta a los comunes y zanjar cualquier pacto con los socialistas.
Sigue la estrategia negociadora del Govern, que necesita el apoyo o, al menos, la abstención, de un grupo parlamentario para la aprobación de las cuentas para el año que viene. En esta fase, Aragonès ha propuesto hoy que los comunes se sumen a la CUP en la negociación y no veten a nadie. «Les propongo que nos sentemos y hablemos de la propuesta de presupuestos. Son unos buenos presupuestos, pero siempre hay cosas a discutir«, le ha dicho el presidente autonómico a Jéssica Albiach, líder de los comunes en el Parlamento catalán.
Aragonès ha respondido así a Albiach, que ha reprochado al 'president' que, una semana después de presentar el proyecto de cuentas en el Parlamento autonómico y tras el no de la CUP, no haya cogido el teléfono para llamarla. «Nadie está entendiendo nada», ha dicho la diputada de los comunes que ya permitió con su abstención la aprobación de las cuentas de 2020, prorrogadas en 2021. «Esto no va de independentistas o no independentistas, va de un frente común para la recuperación (económica)», ha añadido, para avanzar los temas que le preocupan de cara a la posible mejora de los presupuestos: más industria, más trenes, más barrios verdes y el servicio de psicólogos públicos y dentistas públicos.
Esta oferta no ha sentado bien en Junts, cuyo portavoz, Albert Batet, ha reprochado a Aragonès que se muestre complaciente con «mayorías no acordadas» y ha señalado que «no podemos despreciar el aval independentista de 74 diputados», que son los escaños que suman ERC, Junts y la CUP y que permitieron la investidura del candidato de ERC. El 'president' ha respondido a Batet garantizando la mayoría independentista y apuntando que la suma de los comunes solo la reforzaría.
«Usted y yo no compartimos modelo de país»
Por su parte, Illa, que antes de la sesión de control, ha informado de que ha enviado una carta a Aragonès pidiéndole una reunión para «desbloquear» los presupuestos, ha insistido en ello en su turno de pregunta. El primer secretario electo del PSC ha señalado que «hacen falta unos presupuestos de país, pero no para una parte« y ha defendido su oferta en clave de »responsabilidad política«.
Sin embargo, el presidente de la Generalitat no parece estar dispuesto a negociar con los socialistas la aprobación de los presupuestos. En respuesta a Illa, Aragonès ha reprochado al socialista que se ha enterado de la petición de la reunión por la prensa y ha recordado que: «Usted y yo no compartimos modelo de país». En esta línea, el 'president' ha dicho que está dispuesto a verse con el líder del PSC pero ha avanzado que no piensa cambiar «el rumbo de la legislatura» que se basa, entre otros aspectos, en la defensa de la autodeterminación y la amnistía para los implicados en el 'procés'. «Quieren ver rota la mayoría independentista. Trabajaré para que la mayoría independentista sea la base para aprobar los presupuestos. En política no hay nada gratis«, ha añadido.
Alejandro Fernández (PP) y Carlos Carrizosa (Cs) también han preguntado sobre la economía y el proyecto de presupuestos. El líder del PP catalán ha pedido a Aragonès que explique las medidas que está adoptando la Generalitat para que las empresas que se fueron por el 'procés' vuelvan a Cataluña -pregunta que ha quedado sin respuesta- y el diputado autonómico de la formación naranja ha calificado las cuentas del Govern para 2022 como los «presupuestos de la decadencia».