Aragonès «batallará» a favor de las elecciones el 30-M y augura «gran abstención» si al final se celebran el 14-F
El presidente en funciones de la Generalitat interviene por sorpresa en la Diputación Permanente para defender la suspensión electoral: «Tenemos la razón sanitaria»
El vicepresidente autonómico, consejero de Economía y Hacienda y presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès (ERC), ha defendido este miércoles en el Parlamento de Cataluña la suspensión de las elecciones del 14 de febrero y su aplazamiento al 30 de mayo y ha asegurado que «batallará» en los tribunales la decisión porque considera que es mejor opción que mantener la cita el 14-F.
En una intervención que no estaba en el orden del día de la sesión de la Diputación Permanente, que se celebra hoy, Aragonès, tras pedir la palabra, ha señalado que, desde la Generalitat: «Batallaremos hasta el final para defender la fecha acordada el pasado viernes, porque estamos convencidos de que tenemos la razón sanitaria para defender el derecho al voto en seguridad«.
Aragonès ha iniciado en su intervención señalando que está preocupado, perplejo e indignado «por la judicialización de la pandemia» y ha añadido que, en su opinión, el Poder Judicial ha condicionado la legislatura, en referencia, sin citarlo, a la inhabilitación a Quim Torra por desobediencia. Además, ha criticado a los partidos que «anteponen sus intereses a la salud de la ciudadanía».
En defensa del cambio de fecha, el presidente autonómico ha reiterado que existen dos «precedentes» en Galicia y el País Vasco. Ha adelantado que: «Se me hace muy difícil llamar a la participación el 14-F si estamos haciendo, en paralelo, un toque de queda a las ocho de la noche«. Y ha augurado que »si se vuelve al 14-F existe el riesgo de una gran abstención«.
Finalmente, tras criticar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, al que tampoco ha citado por su nombre, ha destacado que si, finalmente, se celebran las elecciones el 14-F no se hará en «las condiciones adecuadas», pues ha adelantado que se llevaría a cabo «en las semanas más difíciles de la pandemia», pues «estamos peor que la segunda ola desde el punto de vista asistencial».