El 28-A deja desorientado a un PP catalán que se jugará todo el 26-M

Los populares afrontan una situación inédita y convierten en reválida las elecciones de mayo

Alejandro Fernández, Daniel Serrano, Cayetana Álvarez de Toledo y Joan López, la noche electoral EFE

D. Tercero

«El batacazo era el esperado, pero no de tal magnitud ». Aunque el resultado del PP catalán no ha sido como el de sus correligionarios vascos, los populares obtuvieron el domingo en Cataluña unas notas -en cuanto a escaños se refiere- comparables a las que Alianza Popular (AP) consiguió en 1977 y 1979, es decir, un solo escaño en el Congreso de los Diputados. Desde entonces, el PP catalán nunca dejó de enviar a Madrid, al menos, cuatro representantes (1989), y en 2015 y 2016 fueron cinco y seis, respectivamente. El PP catalán, en sintonía con el PP nacional, está en una situación crítica y ante la que los actuales dirigentes no se habían enfrentado nunca antes.

Así lo reconocen a ABC diversos dirigentes del PP catalán consultados en los últimos días y que prefieren mantener el anonimato. Las declaraciones arriba entrecomilladas corresponden a un miembro de la dirección autonómica que, pese a mostrarse contrario a la estrategia de campaña en toda España, cree que la partida sobre la reconfiguración de la derecha -con Ciudadanos y Vox mordiendo al PP por sus dos flancos- no ha hecho más que empezar y, en ella, el PP está mejor situado. «Si juegas en el campo de Vox, la gente se va a Vox. Le pasó a Convergència cuando empezó a jugar como si fuera ERC, con su lenguaje, con sus propuestas...», asegura esta fuente. « La campaña en Cataluña ha sido buena , la estrategia personal de Alejandro Fernández fue correcta y Cayetana Álvarez de Toledo introdujo temas que rompieron el marco mental de los independentistas, pero a corto plazo esto no da resultado electoral», añade.

Un alcaldable de los populares, en una localidad de la costa barcelonesa, enmarca el reto a muy corto plazo: «En Cataluña es fundamental mantener representación municipal, aunque sea a la baja. Si se consigue entrar en los gobiernos de algunos municipios importantes, como Tarragona, Badalona o Castelldefels, se habrá evitado la debacle». En su localidad, por ejemplo, cree que el resultado de Vox el 28-A no le afectará para obtener acta.

Pocos pero decisivos

Esta es la idea también que maneja la dirección autonómica catalana. Tras la reunión de la ejecutiva nacional del martes, el equipo de Alejandro Fernández se reúne este viernes por la mañana para analizar el resultado del 28-A y concretar la estrategia de cara a las elecciones municipales , sobre todo, y, también, las europeas del 26-M.

Fuentes oficiales de la dirección apuntan que «sacar un buen número de concejales en Cataluña y ser decisivos en muchos ayuntamientos formando gobiernos constitucionalistas » es el objetivo número uno para el PP catalán. De ahí que el resultado en el Ayuntamiento de Barcelona pueda ser determinante para valorar si los populares salvan los muebles. Ahora, el PP tiene tres concejales en Barcelona.

Un exdirigente de la cúpula del PP catalán, que antaño tuvo muchas e importantes responsabilidades en el partido, advierte, pese a todo, que el resultado electoral, tanto en Cataluña como en el conjunto de España, no es imputable solo a los nuevos mandos : «Mucha de la gente del PP que conozco no lo han votado por el recuerdo del 9-N y del 1-O. Le acusan de haber sido blando y condescendiente, querían castigar al PP de Rajoy por la llamada operación diálogo. Muchos, aquí, se han mantenido en el PP por Cayetana Álvarez de Toledo».

Sin embargo, este sentir no es unánime. Un cargo intermedio del partido confiesa que le ha costado mucho meter la papeleta del PP en la urna. « Nos hemos desviado de la moderación . No somos radicales y lo hemos aparentado. En Cataluña tenemos un grave problema, creo que deberíamos plantearnos una refundación e incluso valorar si vale la pena mantener la marca del PP. No es mala idea lo que hacen en Navarra, donde existe UPN y acudimos con ellos y Cs en las citas electorales», asegura.

«Cuestión de tiempo»

La tónica general de los populares consultados por ABC es la desorientación total y la necesidad de algo que el PP no tiene: tiempo para reaccionar. A la cita del 26-M -poco más de tres semanas- hay que sumar que en el horizonte asoman unas elecciones que Quim Torra, presidente de la Generalitat, podría convocar tras conocer el fallo del juicio a los líderes del procés en el Tribunal Supremo, previsto para otoño.

El «batacazo esperado» ha dejado grogui al PP catalán. Uno de los candidatos en las pasadas elecciones resume el estado de ánimo del partido: «Pinta mal, pero en caliente es mejor no hacer sesudas valoraciones. Creo que saldremos adelante . Sólo es cuestión de tiempo».

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