La organizadora de bodas de los famosos abre oficina en Nueva York

La Puta Suegra, «wedding planner» de los enlaces de Sergio Ramos o Elon Musk, prosigue su expansión

Guadalupe Piñeiro

Es una de las empresas catalanas del momento y, a solo cuatro años de haberse lanzado al mercado, ha conseguido imponer su marca tanto dentro de España como a nivel internacional. A pesar de la particularidad de su nombre –o tal vez, justamente por ello-, la firma La Puta Suegra es conocida como la wedding planner oficial de los famosos. Desde su lanzamiento en el año 2015, ya ha organizado las bodas de Pilar Rubio y Sergio Ramos –que contó con la presencia del futbolista David Beckham-, Kimbal Musk (hermano de Elon Musk), Pelayo Díaz y Andy McDougall y el futbolista Mikel Balenziaga con su mujer Nerea, entre otros. La fama de la compañía avanza a pasos agigantados y, en adelanto a ABC, la firma contó que abrirá una oficina en Nueva York.

Josep Plana

«Antes de salir al mercado, consultamos a dos empresas de marketing muy potentes y ambas nos dijeron que teníamos un 50% de posibilidades de que la compañía funcionara», confiesa Josep Plana, uno de los fundadores, en diálogo con este diario. Y acerca del curioso nombre que escogieron –junto a su socia Marta Gilabert– para la firma, su director recuerda: «Salió después de una reflexión extensa».

Esta empresa demostró ser capaz de cumplir con los sueños más insólitos de los novios. Algunas de las hazañas más recientes de La Puta Suegra fueron una especie de dragón volador que sorprendió a los invitados a la boda de Sergio Ramos y una localización insólita para la boda del hermano de Elon Musk en 2018: nada menos que el yacimiento grecorromano de Empúries. El espíritu rebelde del equipo de wedding planners de sello catalán se advierte apenas escuchar la grabación del contestador automático de su oficina. «Si quieres hablar con la suegra pulsa 2, si quieres algo diferente pulsa 3, si quieres hablar con Yoko Ono, pulsa 4».

Tanto el nombre de la empresa como sus diferentes mensajes no son fruto de la casualidad, sino que están planificados. «Desde los comienzos, queríamos filtrar al cliente», admite Plana con determinación y reafirma: «No nos interesa un cliente que buscara la típica boda clásica, con globos y todo eso. Tenemos un bien estilo marcado y nos interesa un cliente más creativo».

Con esta premisa como guía, con el paso de los años los organizadores de bodas hicieron el proceso inverso al de la mayoría de las empresas: pusieron todo su empeño y esfuerzo en ir reduciendo el número de clientes, en lugar de incrementarlo. En 2015, el año de su debut, la empresa realizó un total de 43 bodas, mientras que el año pasado lograron reducir esta cifra y se encargaron apenas de 15 fiestas nupciales.

Sorprender a los novios

Otra de las singularidades del equipo de trabajo catalán radica en que, lejos de la típica relación con el cliente en la cual éste controla la boda en cada uno de sus detalles, es la misma empresa la que lo planifica todo, aún sin que los novios conozcan cómo se va a desarrollar el evento. «El 70% de la boda es una sorpresa para los clientes. Ellos tienen algo de información pero no saben bien cómo va a ser», explica el director.

De acuerdo con Plana, la relación con los novios es la clave principal de su trabajo. «Es importante fomentar la confianza. Por eso, muchas veces vamos a su casa y hasta nos invitan a cenar», cuenta el fundador de La Puta Suegra y admite que trabajar para los famosos requiere un cuidado extra: «Hay un tema de privacidad que se trabaja diferente, si reservamos en un hotel no podemos dar la identidad de los invitados, damos nombres falsos o los nuestros».

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