José Tomás sigue en Cataluña

En la Cataluña real, afortunadamente hay vida más allá de Puigdemont. Vida en innumerables aspectos y actividades, hasta en lo taurino. No deja de ser un milagro que un puñado de chavales catalanes sueñen con ser toreros. Y para eso luchan contra una prohibición; política primero, y ahora empresarial.

Luchan para abrirse camino en un mundo cada vez más complicado, y en una parte de España especialmente difícil. Por eso, confirmar que la Escuela Taurina de Cataluña sigue viva, con ilusiones y realidades de futuro, puede sorprender a más de uno. La Escuela, dirigida con una fuerza brutal, contra viento y marea, por Manuel Salmerón, se alió hace un tiempo con el Centro de Tauromaquia de Nimes para abrir fronteras, para que el exilio de los aprendices de toreros se hiciera menos doloroso, y así llevan unos años. Con grandes esfuerzos personales y económicos.

No faltan grandes recompensas y satisfacciones. La última la han recibido del diestro José Tomás, quien desde su Fundación renueva el apoyo a la Escuela. Así, el último ídolo de la afición catalana, el torero que enloqueció a miles de personas en la Monumental con la verdad del toreo, no duda en allanar el camino a ese puñado de chavales que quieren seguir su estela. Ayuda económica, pero también la llave para abrir las puertas de las ganaderías más importantes a los alumnos de la escuela catalana. El respaldo del maestro significa un soplo de aire fresco frente a tanta contaminación.

Y lo mejor de todo es que hay dos chavales de los que cuentan y no acaban. Manuel de Reyes y Cristian Alfaro ya han paladeado las primeras mieles del éxito. Durante el pasado año han estado presentes en muchas tientas y en festejos menores, de los que han salido triunfantes. Hay futuro. Van a ser, sin duda, el relevo de tantos toreros catalanes. Una excelente noticia para los aficionados, y la mejor respuesta que puede tener el que José Tomás siga apostando por Cataluña, en donde tantas veces rozó el cielo y paladeó la gloria.