El placer de ser taxista en un Tesla de 80.000 euros

«El taxi lo que tiene que hacer es adaptarse al negocio VTC», explica Syed Juanid

Syed Juanid con su taxi eléctrico en Barcelona MARTA DIAS

Miquel Vera / Anna Cabeza

Syed Juanid maneja con porte seguro su silencioso coche de marca Tesla . Hasta hace poco era el único taxista de Barcelona que ofrecía sus servicios en un automóvil completamente eléctrico. Próximamente, se unirán a él tres más. No obstante, Juanid va más allá y vaticina que en cinco años no habrá ningún coche funcionando con carburantes tradicionales en la capital catalana.

«Siempre he sido un fan de los coches eléctricos y el único que me permitía no estar preocupado por la batería eran los Tesla. Insistí para que los homologaran para poder hacer el taxi en esta ciudad» explica a ABC. «Cuando lo saqué a la calle por primera vez todo el mundo quería hacerse fotos y pedirlo para cumpleaños y bodas», añade este joven conductor de origen paquistaní mientras sube y baja las empinadas calles de la zona alta de la Ciudad Condal.

«Hay gente que incluso me para por la calle solo para ver el coche por dentro y darse una vuelta a la manzana», cuenta divertido. El taxista defiende que su elección no fue fruto de una excentricidad, sino de un ajustado cálculo de costes y beneficios -también ambientales-. Además, ve este tipo de gestos como la mejor vía posible para competir cara a cara con la dura competencia de las VTC . «El taxi lo que tiene que hacer es adaptarse al negocio VTC, nosotros también podemos dar tarifas cerradas o en precontratar servicios, si eso es lo que queiren los clientes», añade.

Este es el interior del taxi MARTA DIAS

Asimismo, resalta que los taxistas se están esforzando para mejorar su uso del inglés u ofrecer detalles como botellas de agua o mapas a los usuarios. Según explica, comprar el coche le costó más de 80.000 euros , a los que debe sumar un costoso seguro anual de 3.000, montante que según resalta, se compensa con lo barato que le sale el combustible.

«Mi mayor temor es tener algun problema con las peizas de recambio y estar fuera de servicio varios dias, pero de moemtno no me ha pasado. La batería es lo más delicado, pero en Tesla se desgasta muy lentamente. En un año apenas he notado ningún cambio», detalla antes de relatar que lo carga por la noche en su casa y con ello «tira» todo el día. Además, si sale de la ciudad puedo recargarlo fuera, ya que hay puntos de «supercarga» instalados por la compañía de Elon Musk por toda España. «El coche eléctrico es amigo del futuro y del clima», resume orgulloso este pionero que también colabora con la ONG «Taxi solidario».

Taxis que se «uberizan» poco a poco

Hace justo un año los taxistas de Barcelona empezaban a caldear el ambiente con el amago de movilizaciones contra el proyecto de regulación de los vehículos de alquiler con conductor (VTC), una amenaza que llegaron a cumplir y que marcó el verano en la capital catalana. Un año después, con la normativa aprobada y también con algunas mejoras en el sector implantadas para que los vehículos tradicionales se asemejen más a competidores como Uber o Cabify, el colectivo de taxistas ya mira su próximo frente abierto de reivindicación.

La última mejoría, de hecho, está recién salida del horno. Desde el pasado sábado está vigente la tarifa cerrada en los taxis: tras la aprobación en el consejo metropolitano de la Área Metropolitana de Barcelona (AMB) , la comisión de precios de la Generalitat dio el visto bueno a los importes -iguales a los de los taxis y en función de los kilómetros recorridos- y ahora las aplicaciones móviles que operan en la zona están adaptando su tecnología para ofrecer esta información previamente.

La incorporación será progresiva, y los taxistas y usuarios podrían contar con esta opción en el plazo de un mes. «Hace tiempo que trabajábamos con ello, en base a precios medios, regulados», detalla a ABC Maria Teresa Carrillo , gerente del Instituto Metropolitano del Taxi (IMET). La responsable niega rotundamente que el objetivo de la tarifa cerrada sea parecerse más a sus «enemigos»: «Somos dos servicios de movilidad diferenciados. No queremos competir con los VTC sino adaptarnos a las nuevas formas de moverse de la gente y a su uso en el día a día del móvil».

«Un primer paso»

«Este es solo un primer paso», defiende a ABC Alberto Tito Álvarez, portavoz de Elite Taxi y uno de los líderes del sector. Se estima que solo un 30% de los taxis que circulan en Barcelona usan apps, por lo que esta mejora les sabe a poco para aportar nuevas herramientas al colectivo. Es por eso que reivindican contar con una nueva aplicación móvil, como MyTaxi, Joinup, Taximés o NTaxi, pero que sea pública y en la que puedan caber todas las más de 10.500 licencias existentes de la ciudad. No como ahora, que solo lo usan una parte.

Aún sin mencionar la mayor semejanza con sus grandes competidores, el colectivo enumera un sinfín de beneficios de una app pública: circularían menos taxis vacíos, con lo que habría menos contaminación y congestiones en Barcelona, y, no menos importante, una mejor atención al usuario, que no tendría que deambular en busca de taxis, especialmente por la noche, cuando se notan más las carencias del sector. «No es para nuestro beneficio, es una necesidad para el ciudadano», insiste Álvarez.

Sanciones

Fuentes del IMET comentan que aunque la propuesta se ha escuhado, no está sobre la mesa «a corto plazo». «No podemos hacer de juez y regulador y a la vez ofrecer una actividad competitiva», responde Carrillo a la propuesta.

En el sector, además, están a la espera de la evolución de los expedientes sancionadores contra las VTC que han intentado sortear la nueva normativa que obliga a plataformas como Uber o Cabify a tener que trabajar con una antelación de quince minutos, un plazo que en breve se ampliará a la hora en el Área Metropolitana .

Tras los avisos pertinentes y requerimientos informativos, la consejería de Territorio y Sostenibilidad está pendiente de abrir 50 expedientes sancionadores a coches que no han respetado los quince minutos de antelación y que por ello se exponen a sanciones de hasta 1.000 euros . A dia de hoy, y a la espera de la futura ley sobre el sector (que sustituirá al decreto ley que se aprobó el pasado febrero), las sanciones en este sentido son la esperanza de un colectivo que sigue sintiéndose perjudicado por las VTC y despreciado por la administración. En sus planes no pasa, por ahora, volver a las huelgas que hicieron el verano pasado, pero algunos lo ven como la única solución.

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