Mango ampliará su centro logístico para crecer en «on line»
La firma confía en entrar en beneficios en 2019 tras tres ejercicios con pérdidas
Mango, uno de los gigantes del textil español, ve posible cerrar 2019 de nuevo en la senda de los beneficios. Tras encadenar tres ejercicios en números rojos –61 millones de euros de pérdidas en 2016, 33 en 2017 y 35 en 2018– , la compañía presidida por Isak Andic confía en comenzar a ver los resultados de un proceso de transformación que en los últimos años, con un muy potente esfuerzo inversor, se ha centrado en una mejora de la oferta de producto, el incremento en un 50% del tamaño medio de sus tiendas , así como la apuesta por la venta «on line», que en el último ejercicio, por encima de las previsiones, ya supuso un 20% de toda la facturación, que en conjunto alcanzó los 2.233 millones de euros. A finales del próximo ejercicio se confía en que las ventas fuera de las tiendas alcancen el 30% en 2020.
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Afrotando las cinco semanas más importantes del año en cuanto a ventas, Toni Ruiz, director general de la firma, confía en que 2019 sea el año en que se comenzará a reenderezar la cuenta de resultados . «Hasta 2018 habíamos bajado ventas y los resultados no habían acompañado. En 2019 las ventas han ido bien, y confiamos cerrar el año con beneficios», explica Ruiz desde el nuevo centro logístico mundial de la compañía de Lliçà d’Amunt (Barcelona), que comenzó a operar en 2016 pero que hasta este verano no ha alcanzado su plena capacidad.
230 millones de inversión
La apuesta de la compañía propiedad de Isak Andic por este centro no ha sido menor: 230 millones de euros para levantar un coloso de 190.000 metros cuadrados y capacidad para gestionar 75.000 prendas por hora y que, según estima la firma, ha conseguido reducir en un 25% el coste operativo desde su entrada en funcionamiento.
El objetivo, servir con eficiencia y rapidez a la red de 2.100 tiendas que la firma tiene repartidas en 110 países, así como a los ocho centros logísticos de que dispone la marca para los pedidos «on line» en los principales mercados. Manejando unas 100.000 referencias al año, el nuevo centro es capaz de procesar un pedido en unas tres horas, una agilidad que le permite expedir unas 140 millones de prendas al año. Con una plantilla de unos 600 trabajadores en el centro de Lliçà, Mango ya trabaja en la ampliación del mismo, previsto para 2023, y que añadirá 90.000 metros cuadrados adicionales a los 190.000 actuales. La ampliación se estima que requerirá la contratación de unos 200 nuevos empleados y una inversión de 35 millones.
Con los aspectos logísticos encarrilados, Mango se centra en recuperar la robustez financiera de una firma que ha reducido de manera notable el volumen de su deuda: de 617 millones en 2016 a 315 en 2018.