El Consorcio de la Zona Franca, referente en la transición energética en la industria

La cooperación con la gran empresa es la receta que los expertos ofrecen a las pymes que quieran trabajar en favor de la sostenibilidad, el Acuerdo Verde europeo o Green Deal y los ODS

Pere Navarro, delegado especial del Gobierno en el CZFB, durante el webinar ABC

J. C. Valero

El papel que juegan los polígonos industriales en la transición energética sostenible es fundamental si las empresas en ellos instaladas entienden la energía como un activo común. Así lo defiende el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB), Pere Navarro, al destacar el papel del polígono de la Zona Franca y su área de influencia como la concentración económica e industrial más importantes de Cataluña. Y es que el Delta del Llobregat es una de las concentraciones industriales más grandes del mundo y la mayor de España, así que es importante el papel que realice como referente en la evolución hacia un modelo energético más sostenible.

Navarro insiste en que es esencial que aumente de manera considerable el porcentaje de renovables del sistema eléctrico español para que las empresas mantengan su competitividad respecto a Europa. Con estos objetivos trabaja el Consorcio para convertirse en un referente de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el sector industrial y empresarial.

Para que las empresas reduzcan o compensen su huella de carbono, en la línea de los ODS, los expertos apuntan que, en primer lugar, es necesario que se lo crean y que tomen acciones para contribuir a ese cambio. Pero también advierten que el camino hacia la transición energética sostenible no sólo es una cuestión de las empresas. En una jornada virtual para analizar el estado de la transición energética en el sector de la industria, organizada esta semana por el CZFB, en colaboración con el Institut Cerdà, se ha apuntado la necesidad del «empoderamiento» de las compañías y que vaya acompañado del mismo empoderamiento de los consumidores y las administraciones. Sólo así se logrará el ambicioso pero necesario pacto Verde Europeo, el llamado EU Green Deal, y se llegará con éxito a los objetivos de la Agenda 2030 con el cumplimiento de los ODS.

El Green Deal catalán

El Green Deal apuesta por una economía baja en carbono, a través de una estrategia industrial europea y un plan de acción en materia de economía circular. En definitiva, reducir y llegar al año 2050 a cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por causa directa o indirecta de la actividad humana, de manera que la Unión Europea se convierta en climáticamente neutra. En este objetivo tiene un papel fundamental tanto la gran empresa como la pyme, aunque esta última puede encontrar más trabas. Es por eso que los expertos recomiendan que la pequeña y mediana empresa vaya de la mano de las grandes compañías que tienen más capacidad y recursos hacer afrontar la transición energética y al mismo tiempo pueden actuar de guía para sus proveedores y clientes, hasta el punto de llegar a exigirlas su corresponsabilidad en el proceso hacia la transición energética.

Sin embargo, la pyme también tiene que hacer sus deberes que, según María Teresa Costa, catedrática de economía y directora de la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, pasan por identificar qué emisiones producen en función de su actividad, registrarlas para poder tomar decisiones y crear los instrumentos adecuados para llevar a cabo actuaciones; y detectar nuevas oportunidades para reducir emisiones. Señala Costa que las empresas deben entender que los sistemas de producción tradicionales pueden cambiar para ser más sostenibles ya la vez estas modificaciones pueden proporcionar ahorro de costes. Para llevar adelante estas modificaciones, una de las asignaturas pendientes es la formación de las plantillas y la enseñanza en los ciclos educativos para que la masa trabajadora presente y futura esté preparada para los nuevos retos.

Modificar el tipo de generación

La catedrática Costa, en la jornada Industria y Transición Energética, admitía que conseguir la reconversión de las actividades tradicionales no significa que se deje de consumir energía, porque no hay ninguna actividad económica que pueda realizarse sin fuentes de energía -ni las más innovadoras como las plataformas digitales-, pero sí se puede modificar el tipo de generación para llegar a un consumo totalmente neutra en emisiones.

Además de Costa, en la jornada han participado Fernando Peirón, director del «site» de Covestro en Barcelona; Francisco Benedito, gerente de Climate Blockchain Iniciatives; Carlos Hospital, director IoT en Ingram Micro S.L.; Cristina Arauz, directora del área de innovación del Institut Cerdà, Mariano Marzo, director de la Cátedra en Transición Energética UB - Fundación Repsol y Francesc Rubiralta, consejero delegado de CELSA Group, moderados por Mario Serrano, director de Urbanismo del Consorci de la Zona Franca de Barcelona. Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ha sido la encargada de ofrecer la conferencia inaugural, en la que ha señalado la importancia de que en la situación actual «se fortalezca y asegure el diálogo permanente entre todos los actores para aprovechar las oportunidades que tenemos por delante». Además, Ribera ha resaltado la «posición privilegiada de la Zona Franca de Barcelona por la riqueza de su ecosistema industrial, urbano y logístico».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación