Un treintañero llamado Antoni Tàpies
Una exposición dedicada a la treintena del artista, década de madurez y esplendor internacional, celebra el su 30 aniversario de su fundación en Barcelona
![Detalle de la obra “Tela blanca con cartón cosido” (1963)](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/10/01/tapies1-U87238885455Agh-1248x698@abc.jpg)
Y con la treintena llegaron los tejidos y cartones ondulados y, en fin, el principio de lo que acabaría siendo la pintura matérica. Años antes, antes de dejar atrás la veintena, Antoni Tàpies ya había coqueteado con el surrealismo y el informalismo, pero fue al ingresar en la treintena cuando empezó a dejar huella. Fue en esa época, entre 1953 y 1963, «en la que encontró su lenguaje de madurez y consiguió el reconocimiento internacional». Además, destaca la comisaria Núria Homs, «no se dejó instrumentalizar por el régimen franquista», razones todas ellas que explican que «Tàpies a los 30», la exposición que celebra el trigésimo aniversario de la Fundación Antoni Tapies de Barcelon esté dedicada precisamente a esa década prodigiosa.
La exposición, que reúne 41 piezas así como documentación diversa, desde cartas manuscritas a fotografías inéditas, recupera obras que llevaban años sin verse en Barcelona, algunas procedentes de colecciones privadas, otras de Holanda y Alemania. El visitante, apunta Homs, podrá ver la evolución del artista y «cómo en sus obras no representa formas realistas, si no que es a través de la materia que sugiere estas formas, ya sea una copa, ya sea una parte del cuerpo humano».
«La materia es forma y se deforma, nunca nada permanece», recuerda Homs que defendía Tapies, de quien se exponen obras como «Meditació epicúria» y «El crit. Groc i violeta», ambas de 1953 y en las que se observa cómo deja en el lienzo la huella de tejidos diversos o cartones, obteniendo unas superficies «reticuladas, estriadas y descascarilladas». La exposición exhibe obras relevantes como «Pintura N.XXX» y «Pintura en blau» o «Marró amb ditades laterals» y «Relleu gris amb dues taques negres».
En esta etapa de su vida, el pintor, además, realiza sus dos primeras exposiciones individuales en Estados Unidos, en la Marshall Field & Company de Chicago, y en la Martha Jackson Gallery de Nueva York, dirigida por una mujer que fue fundamental en la representación de su obra en los Estados Unidos. Su expansión internacional le lleva a la III Bienal Hispanoamericana, la Bienal de Venecia y al Documenta. En esa misma época, Tàpies escribe a sus galeristas galeristas de Nueva York y París para pedirles que no presten obra suya en exposiciones de ámbito oficial en un momento en el que franquism intenta «blanquearse» a nivel internacional.
Con toda, y contra su voluntad, como también queda reflejado en una de las salas, un coleccionista de Barcelona prestó tres pinturas en 1962 para la exposición oficial «Modern Spanish Painting» en la Tate Gallery de Londres, lo que provocó la denuncia del creador. Amparándose en la ley de propiedad intelectual, que daba el derecho a los artistas a exponer públicamente su obra, Tàpies ganó el caso en los tribunales en 1963.
La exposición en la Fundación Tàpies, que podrá verse hasta el 6 de junio de 2021, incluye recortes de entrevistas del artista en la época, como una en el semanario inglés «The Observer» en la que carga contra la dictadura de Franco, y otra en la que aseveraba que pintaba «con tierras y colorantes para expresar con materiales humildes y pobres algo de la vida que me parece horroroso».