Templos del mar en Barcelona
Atrás quedan los años en que la ciudad vivió de espaldas al mar y proliferan locales dedicados a los frutos marítimos
Cualquiera diría que Barcelona al ser una ciudad costera es de comer mucho marisco. Sin embargo, fuera del barrio pesquero por excelencia, la Barceloneta, ahora infestado de frankfurts y hamburguesas (y no precisamente de pescado), en realidad, cultura de playa, más bien poca. Todos hemos escuchado esa frase trillada de que la ciudad le dio la espalda al mar durante muchos años. Para nuestra fortuna, esos años ya quedaron casi en el olvido y, aunque nuestras playas no sean muy fructíferas, aquí llega no solamente el mejor producto marítimo de España, sino del mundo. Para muestra, algunos restaurantes que le rinden tributo a los frutos del mar.
No son pocos los bares de ostras en Barcelona: los hay clásicos, como la Brasserie Flo; especializados, como el Joel’s Oyster Bar de la Boqueria; o de marca, como Gouthier. Todos son buenos, sin duda, pero el mejor, el que se lleva de calle a todos, cuando de ostras se trata, es el Bob Oyster’s de Thierry, un amante del buen comer y del buen beber. La variedad y calidad que ofrece, así como la forma en que trata su producto, es de quitarse el sombrero. Aquí también tratan a sus clientes como si fueran joyas y sus proveedores son sus amigos. ¿Hay algo más que agregar? Sí, que no solo tienen ostras y que es uno de los pocos lugares en donde se pueden comer los productos de Carpier Ahumados sin florituras, como los pensó Carlos Piernas (antaño en Can Fabes y Gaig), su creador y uno de los mejores ahumadores de España. ¡¡Qué son amigos!! Menudas comilonas deben montar estos dos.
Norte y Sur
Para los que prefieren tirar para el sur, El Villa, en Martínez de la Rosa, comienza a ser una institución del vermut inspirado en Andalucía. La barca familiar de Almería provisiona este local de Gràcia que no permite echar de menos ni los salazones, ni las huevas, ni las anchoas, ni mucho menos el pulpo seco. Aquí preparan unos molletes que te hacen volver a los pocos días para repetir; en especial, hay que probar el de sardinillas picantes y el de pez espada con salmorejo. ¡Qué bestialidad! Por si quedara hambre, el sashimi de atún hará que se les caigan las lagrimillas. Como a ellos tampoco les gusta echar de menos, suelen tener música en vivo de gran calidad, como Pantanito o Alma de Boquerón, que toca mañana a las 13.30. Para beber, se debe pedir una manzanilla, un vermut blanquito de excelente calidad o ya entrados en rumba, pues un rebujito. ¡Olé ahí!
Si se es más del Atlántico Norte, pues basta moverse unas calles para visitar Al Norte, en la calle Siracusa. Aquí sirven tapas y platos inspirados en todas las regiones que colindan con el Cantábrico. Cortezas de bacalao, gildas, bocata de atún y anchoa, pastel de cabracho, revuelto de ortigas, chocos afogaos y hasta caramuxos o caracolillos, son algunos de los platos que se pueden pedir de su carta. Además, hacen también estofados y platos del día, que van variando para su menú. Ya que se está ahí, aunque hablemos de pescado, no está de más probar su fabada o su caldereta de cordero, que están para «sucar» el plato. Para beber, sidra escanciada en la mesa, claro.
De más al norte
Como Barcelona es muy cosmopolita, así también sus locales. En el mismo barrio, abrió hace apenas unas semanas About Salmon. Un espacio que es tal cual como indica su nombre: un templo al salmón. El chef ucraniano Vladi Zilinchuk está aún matizando y ajustando su carta, pero lo que ya ofrece está de concurso. Abrir un sitio tan especializado es arriesgado; sin embargo, lo petan. Incluso a los que no les gusta tanto el salmón les encantará About Salmon. ¿Cómo lo logran? Con mucho amor y mucho mimo. Sus platos son originales y llenos de sabor. No les vamos a comunicar toda su carta, pero no dejen de probar cualquiera de sus tartares o su salmón cocinado a baja temperatura, sobre salsa teriyaki, pera caramelizada y verduras. ¿Quién diría que el paraíso sería color salmón? La decoración del espacio, merece mención aparte, como su carta y concepto: sangre nueva para la ciudad.
De más al sur
Si se es más de aguas cálidas, entonces hay que pasarse por el nuevo espacio gastronómico del Doméstico Market, en la Diagonal. Aquí, Joaquín, del Mexterra de Terrassa, junto con sus hermanos, han montado Para el Mal de Amores, un rincón mexicano que transportará a más de uno hasta el Pacífico. Ya sea a través de sus ceviches: un Vuelve a la Vida, plato que cumple su promesa; un cóctel de gambas, típicos de Guerrero; o sus aguachiles de callo de hacha o vieiras, clásicos de Sinaloa. Si se prefieren los mariscos cocidos, hay que pedir unos tacos gobernador, de gambas con queso y frijoles. Aquí también, aprovechando el viaje, no hay que dejar de probar los tacos de carnitas o cualquier cosa que Joaquín recomiende, porque, así como las aguas de su país, él es de corazón cálido y está dispuesto a cuidar del que se deje. Para haber vivido tantos años a espaldas del mar, Barcelona compensa a locales y foráneos con un poquito de lo mejor de aquí, de allá y de más allá. Y es que, ¿quién se dispone a negar que una ola que nace en el Mediterráneo bien pueda terminar en Acapulco? O viceversa…