Seguimos estando vivos
El Festival Castell de Peralada ha retomado su programación con público, tras el prudente parón del año pasado
![La compañía Béjart Ballet Lausanne y su icónico 'Ballet for life'](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2021/07/18/ImagenMiquelGonzalezShooting-U30744171449jbG-U44108283100dyF-1248x698@abc.jpg)
El Festival Castell de Peralada ha retomado este fin de semana su programación con público, tras el prudente parón del año pasado y con estrictas medidas de prevención de la Covid. Para este regreso, el director artístico, Oriol Aguilà, optó por hacer algo nunca visto en las treinta y cuatro ediciones anteriores: repetir un espectáculo ya programado. Es así como ha vuelto 'Ballet for life' de la compañía Béjart Ballet Lausanne, que se estrenó en 1997, hace casi un cuarto de siglo, con el título de 'Presbytère'.
No tendría sentido hacer crítica de una coreografía que lleva un cuarto de siglo triunfando por el mundo y que ya ha recibido las valoraciones pertinentes. Además, a los bailarines de la prestigiosa compañía se les presupone un dominio técnico fuera de lo común . Con todo, reencontrar este montaje en julio de 2021 abre un espacio a la reflexión que conviene explorar.
Béjart creó 'Presbytère' como homenaje al músico Freddy Mercury y al bailarín Jorge Donn, que fue el gran amor del coreógrafo. Ambos murieron jóvenes y víctimas de la pandemia de SIDA que tanto afectó a la comunidad homosexual y que generó una lacra social aún hoy no del todo superada. Al recuerdo añadió música de Mozart, otro genio que perdió la vida demasiado pronto. Del vestuario se encargó Gianni Versace, quien moriría a los 50, el mismo año en que se estrenó el montaje, víctima de un tiroteo.
Pese a todo, Béjart no creó un lamento, sino un canto a la vida. Veinticinco años después, hemos presenciado otra pandemia que se ha llevado a millones de vidas, y estas semanas asistimos estupefactos a un debate sobre qué es y qué no es un crimen homófobo. No hemos cambiado tanto: un virus microscópico puede con nosotros, y seguimos encantados de poner el foco en todo lo que nos separa de los demás, en lugar de centrarnos en lo que nos une.
Visto hoy, este 'Ballet for life' es una invitación a unirnos en torno a lo que reverenciamos juntos (sea Queen, Bejart, Mozart, Bach o Rosalía) y a recordar a las personas que hemos perdido, pero al mismo tiempo y por encima de todo es una celebración: seguimos estando vivos. No por mucho tiempo, como nos recuerda Béjart en ese vals (¿o es un tango?) al son del concierto número 21 en Do mayor, en el que la pareja protagonista danza al lado de los celadores que transportan dos cadáveres hacia el depósito. Es cierto: moriremos. Pero aún nos queda algo de poder de decisión sobre cómo pasamos el tiempo que nos quede antes de que una enfermedad física o mental, un asesino, un accidente o simplemente el paso del tiempo se nos lleven por delante. Si el arte es mover a la reflexión, Peralada no podía retomar la actividad con una propuesta más artística.