El pintor Juan Bocanegra compite en el campeonato nacional de baile

El artista polifacético de San Vicenç dels Horts experimenta en la “pintura pensativa” y publica su biografía

Juan Bocanegra junto a una de sus cuadros ABC

J. L. Fernández

Si algo hay que reconocerle a Juan Bocanegra es su vocación de experimentar en múltiples formas de creatividad y de expresarse. El próximo 7 de diciembre compite en el Campeonato de España de 10 bailes en Guadalajara , una disciplina que alterna con la pintura, su otra gran pasión, y en breve publica su biografía.

«Nací con la suerte -maldita suerte- de ser artista y claro, mi vida está llena de altos y bajos, de dolor cuando no consigo pintar la pieza que quiero, cuando no consigo aprender la técnica deseada en un giro o en una marcha de chachachá, un paso básico de un baile latino». Con estas palabras se presenta este joven polifacético de San Vicenç dels Horts (Barcelona) .

Empezó sus estudios de danza a los seis años y ha progresado en competiciones de baile de salón, con 15 años fue finalista del campeonato de España de Standard y 10 bailes y es profesor del Club de Baile que fundó donde imparte clases de bailes de salón, salsa, bachata, pro-am y baile en línea. Con su pareja, Mireia Viñeglas, han participado en campeonatos nacionales e internacional.

Eliminar pinceladas

«Después de pintar retratos figurativos bailando, empecé a pintar una serie de lienzos con pinceladas espontáneas. Cuando vi que aquello no funcionaba, me sentía a disgusto con aquellas piezas, cogí un recipiente con pintura industrial, un color rojo tremendo, que me inspiraba a muchas cosas », explica Bocanegra acerca de su experimentación con lo que él denomina “pintura pensativa”.

Muestra de «pintura pensativa» del artista polifacético catalán ABC

«Me puse a pintar sobre lo que ya había pintado y descubrí que haciendo desaparecer las formas que había hecho, le veía más sentido a lo que estaba pintando, pensé y me cansé de enseñar todo tan fácil para nuestro, vuestro cerebro. Y empecé a descubrir que era lo que quería en mi pintura, quería una pintura pensativa», describe. Entre sus obras pergeñadas con esta técnica personal, menciona las llamadas «1 d'Octubre» y «Amor de dos» entre otras.

El también bailarín con Mireia Viñeglas ABC

«Al observar que había eliminado pinceladas y objetos de las piezas, aquello me resultó tan fascinante, que empecé a pintar formas naturales y a darle nombres reales», añade este artista, que en un ejercicio de autoexploración ve relación entre sus creaciones y la condición de haber nacido en un barrio obrero o el gusto por utilizar el cemento que tenía a su alrededor, el aprecio por las «cosas pequeñas, de lo insignificante para otros« y de «cierta sensibilidad» hacia artistas cómo Antoni Tàpies o sus debilidades por la cultura oriental.

Esa dualidad entre el caballete y la pista de baile también quedó plasmada en su exposición «Amor i Dansa» en el Forn Romà de San Vicenç dels Horts , en la que su amigo y fotógrafo Salvador Sosa le captó en una imagen para él iconográfica del sentir de aquel momento.

Y si con la danza y los lienzos no tenía bastante campo para expresarse, ahora se estrena en la literatura, animado por una pareja de informáticos a quienes da clases de baile, y también va a publicar un libro biográfico, titulado «Juan Bocanegra. Eterno », en el que ha satisfecho su «necesidad de escribir o hacer algo diferente» y ha trabajado en los dos últimos años.

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